Laura y el poder de la autoaceptación


En un país lejano vivía una niña llamada Laura. Ella tenía una amiga muy bonita, pero en la escuela, los compañeros se burlaban de Laura diciéndole fea y otras cosas desagradables.

Laura se sentía muy mal y decidió maquillarse e intentar ponerse bonita, pero siempre sufría acoso escolar. Al regresar a casa, solía llorar, y su amiga, preocupada, le preguntó qué le sucedía. -¿Por qué estás tan triste, Laura? -preguntó su amiga.

-Todos en la escuela se burlan de mí y me dicen cosas hirientes -respondió Laura entre sollozos. Su amiga la abrazó y le dijo: -Laura, aunque los demás digan cosas malas, tú eres hermosa tal como eres.

No necesitas cambiar para encajar en un molde que no te representa. Laura, con el apoyo de su amiga, comenzó a comprender que su valor no dependía de lo que otros pensaran de ella. Decidió no prestar atención a los comentarios negativos y concentrarse en lo que la hacía feliz.

Comenzó a enfocarse en sus cualidades y en lo que la hacía especial. Con el tiempo, Laura descubrió que su verdadera belleza estaba en su interior, en su bondad, amabilidad y en la forma en que trataba a los demás.

A medida que Laura se aceptaba a sí misma, los comentarios hirientes de sus compañeros comenzaron a perder importancia. Laura se convirtió en un ejemplo de autoaceptación y confianza.

Inspiró a otros a amarse tal como son, y juntos, crearon un ambiente escolar más positivo y acogedor. Todos aprendieron que la belleza verdadera radica en la aceptación de uno mismo y de los demás, y que las palabras hirientes no pueden opacar la luz interior de cada persona.

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