lecciones de aceptación


Había una vez una niña llamada Lola, a quien le encantaba la tecnología y los videojuegos. Un día, decidió sorprender a sus compañeros de clase presentándose con un avatar en lugar de su imagen real.

Al llegar a la escuela, todos estaban asombrados al ver a Lola entrar con un avatar brillante y colorido que se movía con cada paso que daba.

Al principio, algunos se rieron y otros murmuraron entre ellos, pero Lola no se preocupó por eso. Sabía que su avatar era especial y representaba su amor por la creatividad y la innovación. La maestra, la señorita Ana, inició la clase haciendo preguntas sobre el avatar de Lola.

"¡Hola chicos! Hoy tenemos a una invitada muy especial en nuestra clase. ¿Alguien puede decirme qué representa el avatar de Lola?"- preguntó la señorita Ana. "¡Es un personaje de un videojuego!"- exclamó Martín.

"¡Sí! Y creo que significa que Lola es muy creativa e imaginativa"- dijo Sofía levantando la mano. La clase siguió con normalidad mientras todos aprendían sobre las diferentes habilidades y gustos de cada uno. Pero algo inesperado sucedió cuando llegó el recreo.

De repente, un grupo de niños mayores comenzó a burlarse del avatar de Lola y a llamarla —"rara" . Lola se sintió triste por los comentarios hirientes, pero recordó lo importante que era ser fiel a sí misma.

Decidió hablar con valentía ante sus compañeros: "Sé que mi avatar es diferente, pero representa quién soy yo realmente: alguien único y lleno de ideas creativas. No tengo miedo de ser yo misma aunque los demás no entiendan.

"Los niños mayores se quedaron en silencio ante las palabras sinceras de Lola. Poco a poco, algunos comenzaron a disculparse por sus acciones mientras otros reflexionaban sobre la importancia del respeto hacia las diferencias.

Al final del día, cuando sonó el timbre para irse a casa, todos despidieron a Lola con una sonrisa cálida en sus rostros. La señorita Ana se acercó a ella y le dijo: "Lola, hoy nos diste una gran lección sobre aceptarnos tal como somos y respetar las diferencias de los demás.

Gracias por enseñarnos tanto. "Lola regresó a casa sintiéndose orgullosa de haber sido fiel a sí misma y haber inspirado cambios positivos en sus compañeros.

Desde ese día en adelante, decidió seguir usando su avatar en clase para recordarle al mundo que ser auténtico siempre vale la pena.

Y así termina esta historia donde una niña valiente demostró que no importa cómo te veas por fuera; lo más importante es ser honesto contigo mismo y tener el coraje de mostrarte tal como eres realmente.

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