Lecciones de Respeto y Humildad



Había una vez un niño llamado Aníbal que era un estudiante de taekwondo. Aunque llevaba mucho tiempo entrenando, Aníbal no había aprendido a ser respetuoso ni con sus padres ni con sus compañeros.

Además, no conocía los cinco principios del taekwondo: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable. Un día, mientras Aníbal estaba en su clase de taekwondo, el maestro les habló sobre la importancia de los principios y cómo debían aplicarlos tanto dentro como fuera del tatami.

"Recuerden chicos, el taekwondo no solo se trata de aprender técnicas y ganar medallas. También es importante ser respetuosos con nuestros padres y compañeros. Los cinco principios nos ayudan a ser mejores personas", dijo el maestro.

Aníbal escuchaba atentamente pero no le prestaba mucha atención a lo que decía el maestro. Él solo quería aprender movimientos espectaculares para impresionar a todos.

Días después, Aníbal tuvo una competencia importante en la que iba a representar a su escuela de taekwondo. Estaba emocionado por mostrar todo lo que había aprendido y ganar muchas medallas. Cuando llegó el día de la competencia, Aníbal se enfrentó a diferentes oponentes.

Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder: cada vez que perdía una pelea, sentía tristeza e ira hacia sí mismo y hacia los demás. "¡No puedo creerlo! ¡Soy mejor que ellos! ¡Esto es injusto!", gritaba Aníbal frustrado.

Sus compañeros, que habían presenciado su actitud, se acercaron a él y le dijeron:"Aníbal, debes recordar los cinco principios del taekwondo. No solo se trata de ganar o perder, también debemos ser respetuosos y humildes". Aníbal no quería escuchar a sus compañeros y se alejó enojado.

Sin embargo, algo dentro de él comenzó a hacerle reflexionar sobre su actitud. Al finalizar la competencia, Aníbal no había logrado ganar ninguna medalla. Se sentía triste y decepcionado consigo mismo. Fue entonces cuando decidió hablar con su maestro.

"Maestro, he cometido un gran error al no prestar atención a los principios del taekwondo. Me disculpo por mi actitud irrespetuosa hacia mis padres y compañeros", dijo Aníbal arrepentido.

El maestro sonrió y le respondió:"Aníbal, es importante reconocer nuestros errores y aprender de ellos. Ahora tienes una oportunidad para cambiar tu actitud y aplicar los principios del taekwondo en tu vida diaria". Desde ese día, Aníbal comenzó a practicar cortesía con sus padres e integridad con sus compañeros.

Aprendió a perseverar incluso cuando las cosas no salían como esperaba y desarrolló un mayor autocontrol sobre sus emociones. Con el tiempo, Aníbal se convirtió en un ejemplo para otros estudiantes de taekwondo.

Su cambio positivo inspiró a todos a seguir los cinco principios y ser mejores personas dentro y fuera del tatami.

Y así fue como Aníbal aprendió que el verdadero éxito en el taekwondo no se trata solo de ganar medallas, sino de ser respetuoso, íntegro, perseverante, tener autocontrol y un espíritu indomable. Desde entonces, Aníbal se convirtió en un verdadero campeón tanto en el taekwondo como en la vida. Y nunca olvidó los cinco principios que lo guiaron hacia ese camino lleno de respeto y bondad.

FIN.

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