Leo, el niño que creció descubriendo el mundo


Leo era un bebé curioso que desde pequeño mostraba interés por todo lo que le rodeaba. Con cada mes que pasaba, descubría nuevas habilidades, como agarrar objetos, gatear y finalmente dar sus primeros pasos.

Sus padres, Marta y Juan, se maravillaban con cada logro de su hijo y lo alentaban a explorar y aprender. "¡Mira, Leo, ya puedes sostener tu juguete favorito!" - exclamaba Marta con alegría. Leo reía y se sentía orgulloso de sí mismo.

A medida que crecía, también experimentaba nuevas emociones. A veces se sentía frustrado cuando algo no salía como quería, pero con el apoyo de sus padres aprendió a ser paciente y persistente. "No te preocupes, Leo, todos aprendemos de a poco.

Lo importante es intentarlo", le decía Juan mientras lo abrazaba. Leo se esforzaba y poco a poco dominaba sus retos.

Al cumplir 3 años, Leo empezó a ir al jardín de infantes, donde conoció a nuevos amigos y descubrió la alegría de compartir juegos y aventuras. Cada día, vivía nuevas experiencias y aprendía cosas emocionantes. Con el tiempo, Leo se convirtió en un niño grande de 5 años, listo para enfrentar nuevos desafíos y seguir descubriendo el maravilloso mundo que lo rodeaba.

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