León y la figura de acción valiente
León era un niño muy curioso y aventurero. Le gustaba jugar con sus juguetes, especialmente con su figura de acción de Venom.
Todos los días, León inventaba nuevas historias en las que Venom luchaba contra otros villanos y salvaba al mundo. Un día, mientras jugaba en el parque con su amigo Juan, se encontraron con un grupo de niños mayores que estaban molestando a un gato callejero.
Los niños mayores tiraban piedras al gato y lo hacían correr asustado. León no sabía qué hacer. Él quería ayudar al gato, pero tenía miedo de enfrentarse a los niños mayores.
Fue entonces cuando recordó una lección importante que había aprendido viendo la película de Spiderman: "Con gran poder viene una gran responsabilidad". "Juan, tenemos que hacer algo para ayudar al gatito", dijo León decidido. "¿Pero cómo? Son más grandes que nosotros", respondió Juan preocupado. León pensó por unos segundos y luego tuvo una idea brillante.
"¡Venom puede ayudarnos! Es fuerte y valiente como Spiderman". León tomó su figura de acción de Venom y se acercó a los niños mayores. "¡Alto! No pueden tratar así al pobre gatito", gritó León con voz firme.
Los niños mayores se rieron del niño pequeño y siguieron lanzando piedras al gato. Entonces ocurrió algo inesperado: la figura de acción de Venom cobró vida ante los ojos asombrados del grupo mayor.
La criatura negra saltó hacia ellos amenazadoramente mientras rugía como un animal salvaje. Los chicos quedaron paralizados y huyeron corriendo del lugar. León sonrió con satisfacción al ver que el gato estaba a salvo.
Pero entonces, la figura de acción de Venom se desvaneció en su mano. "¡Increíble! ¡Lo logramos!", exclamó Juan emocionado. León entendió que no necesitaba un superhéroe para ser valiente. Él mismo podía serlo si lo intentaba.
A partir de ese día, León decidió que siempre ayudaría a los demás y defendería lo que era justo, sin importar cuánto miedo tuviera. La experiencia con Venom le había enseñado una lección importante: todos tenemos un poder dentro de nosotros mismos para hacer el bien y cambiar las cosas.
Solo necesitamos tener el coraje suficiente para usarlo cuando sea necesario.
FIN.