Levántate y Juega



En un soleado día de primavera, la maestra de educación física llevó a sus alumnos de cinco años al parque para disfrutar de una divertida clase al aire libre. Los pequeños estaban emocionados y llenos de energía.

La maestra propuso un juego de "la silla musical" con un toque especial. En lugar de sillas, utilizaron colchonetas coloridas. Los niños saltaban y reían mientras se movían entre las colchonetas que estaban esparcidas por el césped.

De repente, uno de los niños, Mateo, tropezó y cayó al suelo. Todos se detuvieron y miraron preocupados. "¡Oh no! ¿Estás bien, Mateo?" -preguntó la maestra angustiada. Mateo se levantó rápidamente con una sonrisa en su rostro.

"Estoy bien, solo me tropecé". Los demás niños aplaudieron aliviados y todos continuaron jugando con más precaución. Después del juego, la maestra preparó una actividad para mejorar el equilibrio: caminar sobre una línea dibujada en el suelo.

Cada niño debía intentar llegar hasta el final sin caerse. Todos lo intentaron con entusiasmo pero algunos tuvieron dificultades para mantenerse en equilibrio. La maestra los animaba diciendo palabras motivadoras como "¡Tú puedes!" o "Sigue intentándolo". Finalmente, llegó el turno de Sofía.

Ella era muy tímida y tenía miedo de caerse frente a sus compañeros. Pero cuando vio cómo todos le daban ánimos a sus amigos que habían tenido dificultades, se sintió más valiente.

Con paso firme y concentrada, Sofía logró caminar hasta el final de la línea sin caerse. Todos los niños aplaudieron emocionados y la maestra le dio un abrazo lleno de orgullo. "¡Lo lograste, Sofía! Estoy muy orgullosa de ti".

Después de estas actividades, la maestra decidió hacer una carrera para que los niños pudieran correr y disfrutar al máximo en el parque. Pero antes de comenzar, les recordó las reglas:"Recuerden que debemos ser respetuosos con los demás. No empujen ni hagan trampa".

Los niños asintieron emocionados y se prepararon para la carrera. La maestra gritó "¡Listos, listos... ya!" y todos salieron disparados. La carrera iba muy pareja y todos corrían tan rápido como podían.

En medio del trayecto, Valentina tropezó con una piedra y cayó al suelo. Todos se detuvieron preocupados mientras Valentina intentaba levantarse. "No puedo seguir corriendo", dijo entre lágrimas. La maestra rápidamente fue a su lado. "Tranquila Valentina, no te preocupes.

Lo importante es levantarte cuando te caes". Valentina asintió tímidamente mientras se secaba las lágrimas. Con mucho esfuerzo, logró ponerse de pie nuevamente. "Vamos Valentina", animaron sus compañeros-.

¡Tú puedes!"Con el apoyo de sus amigos y la determinación en su mirada, Valentina retomó la carrera con más fuerza que nunca. Finalmente, cruzó la línea de meta entre aplausos y abrazos. "¡Lo lograste, Valentina! Estamos muy orgullosos de ti", exclamó la maestra emocionada.

Mientras los niños se recuperaban del esfuerzo de la carrera, la maestra les dijo:"Hoy aprendimos que todos podemos enfrentar obstáculos y superarnos a nosotros mismos. No importa si nos caemos o tropezamos, lo importante es levantarnos y seguir adelante con valentía". Los pequeños asintieron comprendiendo el mensaje.

Fue un día lleno de risas, juegos y lecciones valiosas en el parque.

FIN.

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