Leyenda de Astucia y Valentía


Había una vez en un reino lejano, un valiente caballero llamado Juan que se enfrentó a un feroz dragón que aterrorizaba a los habitantes del pueblo de Piedraluz.

El dragón escupía fuego y devoraba el ganado, sembrando el miedo entre la gente. Juan decidió armarse con su espada y su escudo, y partió hacia la cueva donde habitaba el terrible dragón.

Por el camino, se encontró con una anciana sabia que le dijo: "Caballero valiente, para vencer al dragón debes recordar que la fuerza no está solo en tus músculos, sino también en tu astucia y valentía". Juan agradeció los consejos de la anciana y continuó su camino.

Al llegar a la cueva del dragón, este salió rugiendo con sus afilados colmillos y ojos de fuego. Juan mantuvo la calma y recordó las palabras de la anciana. Observó alrededor y notó que el techo de la cueva estaba lleno de estalactitas puntiagudas.

El caballero ideó un plan y empezó a esquivar las llamaradas del dragón mientras lo conducía hacia las estalactitas. Con un movimiento ágil, logró que el dragón derribara las afiladas rocas sobre sí mismo.

El monstruo quedó atrapado bajo las piedras puntiagudas. El pueblo entero observaba atento desde lejos lo ocurrido. Cuando vieron al dragón derrotado, salieron jubilosos a recibir a Juan con aplausos y vítores. El caballero había salvado al pueblo de una gran amenaza.

"¡Gracias por liberarnos del terrible dragón!", exclamaron los aldeanos emocionados. Juan sonrió humildemente y les dijo: "No hay nada que temer cuando se enfrentan los desafíos con valentía y astucia".

La historia del caballero Juan pronto se extendió por todo el reino, convirtiéndose en una leyenda sobre coraje y determinación. Desde entonces, Juan fue conocido como "Juan el Dragón" y su hazaña inspiró a muchos jóvenes a seguir sus pasos en busca de aventuras.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado pero recuerda: ¡siempre hay una forma inteligente de superar los obstáculos más grandes!

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