Lia y el misterio de los animalitos perdidos



En un soleado día de primavera, Lia, una niña de 4 años con el cabello rizado, se encontraba parada en el parque observando a los pájaros que revoloteaban en el cielo.

De repente, escuchó un suave llanto proveniente de un arbusto. Lia se acercó con curiosidad y descubrió a un conejito blanco que parecía estar perdido. Sin dudarlo, decidió ayudarlo. - ¿Estás perdido, conejito? No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar a tu mamá - dijo Lia con dulzura.

Juntos, Lia y el conejito recorrieron el parque en busca de la mamá conejo, preguntando a cada animalito que encontraban. Lamentablemente, ninguno de ellos sabía dónde estaba la mamá conejo. Hasta que, de repente, Lia tuvo una brillante idea.

- ¡Ya sé! Puedo imitar el sonido que hacen los conejos para llamar a su mamá, tal vez así podamos encontrarla.

Lia comenzó a imitar el sonido característico de los conejos, y para su sorpresa, desde el final del camino se escuchó una respuesta. La mamá conejo había escuchado el llamado de Lia y se acercó corriendo. El conejito saltó de alegría y se reencontró con su mamá, mientras Lia observaba feliz.

- ¡Gracias por ayudarnos a encontrar a nuestro pequeño! Eres muy valiente y amable, pequeña amiga - dijo la mamá conejo. Lia sonrió y se despidió de los animalitos, sintiéndose contenta por haberlos ayudado.

Desde ese día, Lia aprendió que con amor, paciencia y creatividad, cualquier problema puede resolverse, y que siempre es bueno ayudar a los demás, incluso si son animalitos del parque.

FIN.

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