Liam el trepador valiente
Liam era un niño muy valiente al que nunca le temblaba el pulso a la hora de trepar árboles, explorar cuevas o deslizarse por toboganes altos.
Sus amigos lo admiraban por su osadía, pero algunos se preocupaban porque a veces Liam no medía los riesgos. Un día, mientras intentaba escalar el árbol más alto del parque, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Afortunadamente, solo sufrió algunos raspones, pero eso lo hizo reflexionar.
Decidió hablar con su abuelo, un sabio anciano que le contó la historia de un valiente explorador que aprendió que un poco de miedo puede ser útil para protegernos.
Liam entendió que no tenía que dejar de ser valiente, pero que aprender a reconocer y superar sus temores era parte importante de ser un verdadero héroe. Desde aquel día, Liam siguió siendo el trepador más intrépido, pero aprendió a medir los riesgos y a escuchar su intuición.
Sus amigos lo admiraban aún más, porque descubrieron que ser valiente no significa no tener miedo, sino enfrentarlo y superarlo.
FIN.