Lila y el Lobo Aventurero
Lila era una niña muy curiosa que siempre llevaba su sombrero de colores. Un día, decidió salir al bosque en busca de su amigo el lobo. "¿Cuántos pasos debo dar hasta encontrarlo?"- pensó Lila. 1, 2, 3... ¡Tres pasos hacia adelante! De repente apareció el lobo. "Hola, Lila. ¿Listo para la aventura?"- preguntó. Lila sonrió y asintió. ¿Cuántas hojas verdes ves en el árbol? 1, 2, 3, 4, 5... ¡Cinco hojas verdes!
Mientras caminaban, Lila y el lobo se encontraron con un arroyo. "¿Cuántas piedras brillantes ves allí?"- preguntó Lila emocionada. 1, 2... ¡Dos piedras brillantes!"¿Y cuántos peces ves nadando en el agua?"- siguió preguntando. 1, 2, 3... ¡Tres peces juguetones!
Después de cruzar el arroyo, llegaron a un campo de flores. "Mirá, Lila. ¿Cuántas flores de diferentes colores hay aquí?"- dijo el lobo. Lila empezó a contar: 1, 2, 3, 4, 5, 6... ¡Seis flores de colores!"¡Son hermosas!"- exclamó Lila.
De pronto, oyeron un sonido raro. "¿Qué fue eso?"- preguntó el lobo, con un poco de miedo. Lila lo animó, "No te preocupes, yo cuento hasta diez. Si no pasa nada, seguiremos explorando. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10... ¡Todo bien!"- El sonido fue solo el viento.
Continuando su aventura, Lila y el lobo llegaron a una colina. "Miremos desde aquí. ¿Cuántos árboles ves?"- preguntó Lila. "Contemos juntos: 1, 2, 3, 4... Hay cuatro árboles grandes. ¡Qué maravilloso!"- respondió el lobo.
Finalmente, al caer el sol, decidieron volver a casa. "¿Cuántos días de aventuras tuvimos hoy, Lila?"- preguntó el lobo. "¡Uno muy especial!"- respondió Lila con una gran sonrisa. Y así, Lila y el lobo regresaron felices, contando lo que habían vivido en su día juntos.
"¿Cuántos momentos divertidos recordás?"- preguntó Lila. "Muchos, pero siempre será uno, el de nuestra gran amistad"- respondió el lobo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.