Lila y Sofía en el Desierto de Sal



Era un día muy especial en el Junior Express, ya que era el cumpleaños de Lila, la simpática y alegre niña que siempre acompañaba al equipo en sus aventuras.

Para celebrar su cumpleaños, decidieron ir al desierto de sal, un lugar mágico y hermoso donde podrían disfrutar de una gran fiesta rodeados de salinas y montañas. El viaje comenzó temprano en la mañana y todos estaban muy emocionados por llegar al destino.

Cantaron canciones, jugaron juegos y compartieron deliciosos bocadillos durante todo el camino. Finalmente llegaron al desierto de sal y se maravillaron con la belleza del lugar. -¡Qué lindo es este lugar! -exclamó Lila emocionada-.

¡Gracias por traerme aquí chicos! De repente, las nubes empezaron a oscurecerse y se escuchó un fuerte trueno. La lluvia comenzó a caer con fuerza sobre ellos. -¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer ahora? -preguntó nerviosa Lila. -No te preocupes Lila, encontraremos una solución -dijo Juanita tratando de calmarla.

Pero la tormenta empeoraba cada vez más. Parecía que tendrían que cancelar la fiesta e irse a casa sin poder festejar el cumpleaños de Lila como ella merecía.

Fue entonces cuando apareció Sofía, una amiga del Junior Express que vivía cerca del desierto. Ella conocía muy bien el clima cambiante del lugar y les ofreció ayuda para salvar la fiesta. -Chicos, tengo una idea para seguir adelante con la fiesta -dijo Sofía-.

Podemos construir un refugio con materiales que encontramos en el desierto y así protegernos de la lluvia. Todos se pusieron manos a la obra y comenzaron a recolectar palos y hojas para construir el refugio.

Fue una tarea difícil, pero trabajando juntos lograron construir un lugar seguro donde podrían seguir festejando. Y así fue como continuó la fiesta de cumpleaños de Lila, bajo el refugio improvisado y rodeados por la belleza del desierto.

Todos disfrutaron de juegos, música y baile mientras seguía lloviendo afuera. -¡Gracias Sofía! -dijo Lila emocionada-. ¡Este ha sido el mejor cumpleaños que he tenido! -No hay problema Lila, me alegra haber podido ayudar -respondió Sofía sonriendo.

Finalmente, la tormenta pasó y pudieron salir al exterior para continuar explorando el desierto de sal. Aprendieron que siempre hay una solución si trabajan juntos y no se rinden ante las adversidades. El viaje en Junior Express terminó con todos felices y contentos por haber compartido una experiencia única e inolvidable.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!