Lili en busca de amigos



Lili era una niña tímida y tranquila que pasaba la mayoría del tiempo sola. Aunque le gustaba leer y dibujar, a veces se sentía un poco solitaria. Un día, decidió que quería encontrar amigos con quienes jugar y compartir momentos divertidos. Con su determinación, se dirigió al parque, donde había escuchado que los niños de su edad se reunían para jugar.

Al llegar al parque, vio a un grupo de niños corriendo y riendo juntos. Lili se acercó con timidez, pero cuando intentó unirse a ellos, los niños la ignoraron y continuaron jugando. Lili se sintió triste, pero no se rindió. Decidió probar suerte en el arenero, donde encontró a un niño solitario construyendo un castillo de arena.

- Hola, ¿puedo ayudarte a construir ese castillo? -le preguntó Lili con una sonrisa. El niño la miró sorprendido, pero luego asintió con entusiasmo. Juntos, trabajaron en el castillo, compartieron historias y se divirtieron mucho. Al final del día, el niño le agradeció a Lili por hacerlo sentir bienvenido y por ser su amiga.

A partir de ese día, Lili y el niño se convirtieron en grandes amigos. Juntos, exploraron el parque, se subieron a los columpios, organizaron divertidos juegos y compartieron momentos inolvidables. Lili aprendió que a veces los amigos verdaderos se encuentran en los lugares menos esperados, y que la amistad no se trata de cuántas personas conoces, sino de la calidad de las conexiones que haces.

Lili se dio cuenta de que ser amable, comprensiva y estar abierta a nuevas amistades le abrió un mundo de posibilidades y aventuras. Aprendió que la amistad es un tesoro que se cultiva con amor, respeto y compañerismo. Ahora Lili no se sentía sola, ya que había encontrado en su amigo un compañero para jugar, reír y crecer juntos.

FIN.

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