Limpiando el bosque



Había una vez un pequeño bicho llamado "El bichi". Era muy curioso y siempre estaba buscando aventuras. Un día, mientras exploraba el bosque, encontró una latita abandonada.

"¡Qué tesoro!", pensó El bichi emocionado al ver la latita brillante. Pero cuando intentó agarrarla, se dio cuenta de que sus patitas eran demasiado pequeñas para levantarla. Frustrado, decidió buscar ayuda. "¿Hola? ¿Hay alguien ahí?", gritó El bichi.

De repente, apareció una mariquita llamada "La lila", quien había estado observando desde lejos. "¿En qué puedo ayudarte?", preguntó La lila amablemente. "Quiero agarrar esta latita pero no puedo hacerlo solo", respondió El bichi triste. La lila sonrió y le dijo: "No te preocupes, juntos podemos lograrlo".

Entonces, trabajaron en equipo para mover la latita hasta su hogar debajo de un árbol. Pero cuando llegaron allí se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo: las hojas del árbol estaban marchitas y caídas.

"¿Qué está pasando aquí?", preguntó El bichi asombrado. Fue entonces cuando apareció un grillo sabio llamado "Don Cris".

Él les explicó que la latita era en realidad basura humana y que podía ser perjudicial para el medio ambiente si no se recogía adecuadamente. "Tenemos que hacer algo al respecto", dijo Don Cris con determinación. Así fue como los tres amigos decidieron limpiar el bosque de basura.

Recogieron latas, botellas y otros objetos para asegurarse de que el bosque estuviera limpio y seguro para todos los animales. Después de un largo día de trabajo, El bichi, La lila y Don Cris se despidieron con una sonrisa en sus caras. "Hoy aprendimos algo muy importante", dijo El bichi feliz.

"Trabajando juntos podemos hacer una gran diferencia". Y así fue cómo El bichi aprendió la importancia del trabajo en equipo y el cuidado del medio ambiente gracias a sus amigos La lila y Don Cris.

Desde aquel día, siempre trabajaron juntos para mantener el bosque limpio y seguro para todos los seres vivos que lo habitaban.

FIN.

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