Limpiando el Planeta
En lo profundo del océano, vivía Juanai, un pez de un solo ojo que siempre se sentía triste porque veía menos que los demás peces.
Había nacido así a causa de la contaminación del agua, lo que le impedía disfrutar plenamente de su hogar. Un día, mientras nadaba tristemente, se encontró con Lucía, una pequeña niña que estaba investigando sobre la contaminación marina. -¡Hola! Soy Lucía, ¿cómo te llamas? -preguntó la niña con curiosidad.
-Soy Juanai, pero me siento muy triste porque no puedo ver como los demás peces. -respondió Juanai con una voz apagada.
Lucía puso su mano en el agua y le aseguró a Juanai que juntos encontrarían una forma de limpiar el océano y ayudar a los animales marinos. Decidieron emprender un viaje para encontrar la solución. Durante su travesía, se encontraron con diversas criaturas marinas que les contaron historias sobre cómo la basura y la contaminación afectaban sus vidas.
Con cada historia, la determinación de Juanai y Lucía crecía, y encontraron nuevas ideas para limpiar el océano. Juntos, organizaron limpiezas de playas, construyeron contenedores de reciclaje y concientizaron a otros animales marinos sobre la importancia de cuidar el océano.
Con el tiempo, el océano comenzó a recuperarse, y Juanai descubrió que, aunque veía menos que los demás peces, podía disfrutar de un océano limpio y lleno de vida.
Finalmente, el esfuerzo de Juanai y Lucía inspiró a otros a unirse a su causa, y el océano volvió a brillar con todo su esplendor. Desde entonces, Juanai ya no se sentía triste, ya que había encontrado un propósito y una amiga leal en Lucía.
Juntos, demostraron que con determinación y trabajo en equipo, se puede lograr un gran cambio. Y así, Juanai y Lucía continuaron su misión de proteger el planeta, recordando siempre que, incluso el más pequeño de los seres, puede hacer una gran diferencia.
FIN.