Linty, el lagarto valiente en la selva
Había una vez en la selva un pequeño lagarto llamado Linty. Era muy trabajador y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba por el bosque, encontró una vieja caja de cartón llena de proyectos.
Al abrir la caja, se dio cuenta de que eran seis proyectos para entregar al día siguiente. Linty se puso nervioso porque nunca había tenido tantos proyectos para hacer en tan poco tiempo.
Pero no quería rendirse, así que decidió aceptar el desafío y hacer todo lo posible para terminarlos a tiempo. Empezó con el primer proyecto: construir un puente sobre el río para que los animales pudieran cruzarlo fácilmente.
Linty se armó con palitos y hojas, y empezó a trabajar duro. A medida que avanzaba, se daba cuenta de que no tenía suficiente material. "¡Ay ay ay! ¿Qué voy a hacer ahora? No tengo suficientes palitos", dijo Linty frustrado.
Pero entonces recordó algo importante: en la selva siempre hay ayuda cuando la necesitas. Así que comenzó a buscar entre sus amigos animales y encontró a Panchito el pájaro carpintero. "¡Hola Panchito! Necesito tu ayuda", le dijo Linty preocupado.
"No tengo suficientes palitos para terminar este puente". Panchito sonrió y respondió: "No te preocupes, amigo Lagartija. Tengo muchos palitos guardados en mi nido". Juntos fueron al nido de Panchito y tomaron todos los palitos necesarios para completar el puente.
Con los materiales adecuados, Linty pudo terminar el primer proyecto a tiempo. Se sentía muy orgulloso de sí mismo y estaba listo para enfrentar el siguiente desafío. El segundo proyecto era pintar un mural en la pared de una cueva.
Linty buscó entre sus amigos artistas, pero ninguno tenía pintura suficiente para ayudarlo. Sin embargo, no se dio por vencido y decidió usar su creatividad. Recogió bayas rojas, hojas verdes y tierra marrón para hacer su propia pintura natural.
Aunque no era perfecta, Linty logró crear colores maravillosos con los recursos que tenía a mano. Cuando terminó el mural, todos los animales quedaron asombrados por su belleza y originalidad.
El jefe de la selva incluso le otorgó un premio especial por su esfuerzo y creatividad. Con cada proyecto que completaba, Linty ganaba más confianza en sí mismo. Pero cuando llegó al quinto proyecto, construir una casa para las hormigas trabajadoras del bosque, sintió que ya no podía más.
Estaba agotado y sin ideas. "No puedo seguir así", suspiró Linty desanimado. "¿Cómo voy a encontrar una solución?"Justo en ese momento apareció Martina la mariquita voladora.
Ella había estado observando el arduo trabajo de Linty durante todo el día y sabía exactamente cómo ayudarlo. "Linty, sé que estás cansado", dijo Martina comprensiva. "Pero recuerda que siempre hay alguien dispuesto a ayudarte si lo pides".
Martina llamó a todas las hormiguitas del bosque para trabajar juntas en la construcción de la casa. Cada una contribuyó con su habilidad y experiencia, y en poco tiempo la casa estuvo lista. Linty aprendió que no hay problema demasiado grande si tienes amigos dispuestos a ayudarte.
Juntos, lograron terminar los seis proyectos justo a tiempo para entregarlos al día siguiente. El jefe de la selva felicitó a Linty por su arduo trabajo y determinación.
Le dijo que estaba orgulloso de él y lo nombró el "Animalejo más trabajador del bosque". Desde ese día, Linty se dio cuenta de que siempre puede superar cualquier desafío si tiene confianza en sí mismo y busca ayuda cuando la necesita.
Y así, siguió explorando la selva con una sonrisa en su rostro, listo para enfrentar cualquier nuevo desafío que se le presentara.
FIN.