Lola and Pitys Surprise Party
Había una vez en un colegio de Buenos Aires, dos amigos inseparables llamados Lola y Pity. Eran dos niños muy curiosos y siempre estaban buscando nuevas aventuras juntos.
Un día, durante el recreo, Lola tropezó y se lastimó la rodilla. Tenía un pequeño corte que le dolía mucho. Pity se preocupó por su amiga y decidió llevarla a la enfermería del colegio para que la atendieran.
Al llegar a la enfermería, fueron recibidos por la enfermera Laura, una mujer muy amable que siempre estaba dispuesta a ayudar a los estudiantes. Laura revisó la rodilla de Lola y le colocó una curita para protegerla. "Tranquila Lola, pronto te sentirás mejor", dijo Laura con una sonrisa reconfortante.
Pero mientras esperaban a que el dolor desapareciera, algo inesperado sucedió. Un alumno llamado Juanito entró corriendo en la enfermería con su brazo vendado. Parecía estar muy asustado. "¡Ayuda! ¡Me golpeé mientras jugaba fútbol!", exclamó Juanito agitado.
Laura rápidamente lo calmó y comenzó a examinarlo cuidadosamente. Descubrió que tenía un esguince en el brazo y necesitaría un vendaje especial para recuperarse correctamente. Lola y Pity observaron cómo Laura ayudaba a Juanito con paciencia y ternura.
Quedaron impresionados por el gran trabajo que hacía la enfermera para cuidar de todos los estudiantes del colegio. Mientras tanto, llegaron dos niñas más: Sofía y Clara. Sofía tenía fiebre y Clara se había torcido el tobillo.
Laura, con su profesionalismo y cariño, atendió a las dos niñas sin quejarse.
Lola y Pity se dieron cuenta de que la enfermería era un lugar lleno de personas valientes y amables que estaban dispuestas a ayudar a los demás en momentos difíciles. Se sintieron inspirados por el trabajo de Laura y decidieron hacer algo especial para ella.
"Pity, ¿qué te parece si organizamos una sorpresa para la enfermera Laura? Se lo merece por todo lo que hace por nosotros", sugirió Lola emocionada. Pity asintió con entusiasmo y juntos comenzaron a planear una fiesta sorpresa en honor a la enfermera Laura. Invitaron a todos sus compañeros de clase e incluso hicieron carteles coloridos para decorar la enfermería.
El día de la fiesta llegó y Lola, Pity y sus amigos esperaron ansiosos en la enfermería. Cuando Laura entró, quedó sorprendida al ver toda la decoración y escuchar los aplausos emocionados de los niños.
"¡Gracias! ¡Estoy muy emocionada!", dijo Laura con lágrimas en los ojos. Todos le entregaron tarjetas hechas a mano donde expresaban su gratitud hacia ella. Fue un momento muy especial lleno de alegría y reconocimiento hacia alguien tan importante como Laura.
Desde ese día, Lola, Pity y todos los estudiantes del colegio valoraron aún más el trabajo de su querida enfermera. Aprendieron que ayudar a los demás es algo maravilloso y siempre deben estar allí cuando alguien necesita apoyo.
Y así fue como Lola, Pity y sus amigos descubrieron el verdadero significado de la amistad y la importancia de cuidar a los demás. Siempre recordaron ese día en la enfermería como un momento especial que les enseñó a ser valientes, amables y generosos.
Y colorín colorado, esta historia llena de amor y gratitud ha terminado.
FIN.