Lola, la bailarina rebelde
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Danzalandia, donde la danza era el centro de todo. En este lugar mágico, existían roles de género muy arraigados: las niñas bailaban ballet y los niños practicaban breakdance.
En medio de este escenario, nació Lola, una niña curiosa y valiente que soñaba con romper con las normas establecidas y bailar el estilo que más le gustara.
A pesar de las críticas y burlas de sus compañeros, Lola se mantenía firme en su decisión. Un día, se anunció un gran concurso de baile en Danzalandia. Todos los niños estaban emocionados por participar y mostrar sus mejores movimientos.
Lola sabía que esta era su oportunidad para demostrar que no importaba el género, sino la pasión y talento por la danza. El día del concurso llegó y el escenario estaba lleno de luces brillantes y música alegre.
Los primeros en presentarse fueron los niños bailando breakdance, seguidos por las niñas mostrando su gracia en el ballet. Finalmente, llegó el turno de Lola. Con paso decidido, subió al escenario mientras todos la miraban incrédulos.
La música comenzó a sonar y Lola empezó a bailar una mezcla perfecta entre ballet y breakdance. Sus movimientos eran elegantes pero llenos de fuerza, demostrando una técnica impecable combinada con pasión y originalidad.
Al principio hubo murmullos entre el público, pero a medida que Lola continuaba bailando, todos quedaron asombrados por su talento único. Al finalizar su presentación, el silencio fue reemplazado por aplausos estruendosos y ovaciones. El jurado no dudó en otorgarle a Lola el primer premio del concurso.
Ella había logrado romper con los roles de género en la danza y demostrar que lo importante era seguir tus sueños sin importar lo que digan los demás. Desde ese día, en Danzalandia se abrió paso a la diversidad y libertad para elegir cómo querías expresarte a través del baile.
Y todo gracias a la valentía y determinación de una pequeña niña llamada Lola, quien enseñó al mundo que no hay límites cuando se trata de perseguir tus pasiones. ¡Y colorín colorado este cuento ha terminado!
FIN.