¡Lola, la goleadora de Villa Pelota!
Había una vez en el pueblo de Villa Pelota, una niña llamada Lola que soñaba con jugar al fútbol como su ídolo, Marta, la mejor jugadora del equipo local.
Sin embargo, cada vez que Lola mencionaba su deseo de unirse al equipo de fútbol, la gente se reía y decía: "¡El fútbol es un juego de chicos! ¡Las chicas no pueden jugar tan bien como ellos!".
Lola se sentía triste por los comentarios desalentadores de la gente, pero su determinación era más fuerte. Decidió hablar con Marta para pedirle consejo.
Marta escuchó atentamente a Lola y le dijo: "No importa lo que digan los demás, si amas el fútbol y estás dispuesta a trabajar duro, puedes lograr cualquier cosa". Animada por las palabras de Marta, Lola decidió probarse en el equipo de fútbol. Al principio, los chicos del equipo se rieron cuando vieron a una chica queriendo unirse a ellos.
Pero Lola no se rindió. Demostró su habilidad con el balón y su pasión por el deporte en cada entrenamiento. Poco a poco, los chicos comenzaron a respetar a Lola por su dedicación y talento en el campo.
Incluso algunos de ellos empezaron a pedirle consejos para mejorar sus propias habilidades. Con el tiempo, Lola se ganó un lugar en el equipo titular y demostró que las chicas también podían destacarse en el fútbol.
Un día, Villa Pelota tuvo un importante partido contra el equipo rival en la final del torneo local. El entrenador decidió poner a Lola como capitana del equipo. Durante el partido, todo estaba muy parejo y llegaron al tiempo suplementario con empate 2-2.
En los últimos minutos del partido, Villa Pelota tuvo un tiro libre cerca del área rival. Todos miraban expectantes hacia Lola quien tomó la pelota con determinación.
Respiró profundamente y pateó con fuerza hacia el arco rival anotando un gol espectacular que les dio la victoria. La multitud estalló en aplausos y ovaciones mientras cargaban en hombros a Lola celebrando la victoria del equipo gracias a su increíble gol.
Desde ese día en adelante, nadie volvió a dudar del talento de las chicas para jugar al fútbol en Villa Pelota.
Y así fue como Lola demostró que no importa si eres chica o chico; lo importante es creer en ti mismo, trabajar duro por tus sueños y nunca rendirte ante las adversidades.
FIN.