Lola, la Madrina de los Sueños
Había una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Lola. Era una niña muy curiosa y soñadora, siempre buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, se encontró con algo que cambiaría su vida para siempre. En medio de los árboles, Lola descubrió una varita mágica brillante y llena de colores. Sin pensarlo dos veces, la agarró y comenzó a hacer movimientos como si estuviera lanzando hechizos al azar.
Para su sorpresa, ¡los hechizos funcionaban! Desde ese momento, Lola se convirtió en la Madrina Varita: la maga más poderosa del mundo. Su misión era ayudar a las personas y hacer realidad sus sueños más grandes.
Un día soleado de verano, Lola decidió visitar un orfanato cercano para llevar alegría a los niños que vivían allí. Al llegar al lugar, fue recibida con entusiasmo por todos los niños que estaban ansiosos por conocerla.
-¡Madrina Varita! ¡Madrina Varita! -gritaron emocionados los niños al verla entrar-. ¡Eres nuestra maga favorita! Lola sonrió y les dijo:-Buenos días chicos ¿Cómo están hoy? Los niños empezaron a contarle todas sus historias y deseos más profundos.
Había uno en particular que llamó la atención de Lola: Martín quería convertirse en astronauta. Sin perder tiempo, Lola tomó su varita mágica y le dijo:-Martín, cierra tus ojos y repite tres veces "quiero ser un astronauta". Martín cerró los ojos y repitió las palabras mágicas.
Cuando los abrió, se encontró en medio de una nave espacial. Estaba flotando en el espacio rodeado de estrellas y planetas. -¡Wow! ¡Estoy en el espacio! -exclamó Martín emocionado. Lola sonrió al ver la felicidad en su rostro.
Sabía que había hecho realidad su sueño y eso la llenaba de alegría. Pero la historia no termina aquí. Mientras Lola seguía visitando a más niños, descubrió algo sorprendente: algunos deseos eran más difíciles de cumplir que otros.
Uno de los niños del orfanato, llamado Lucas, tenía un deseo muy especial: quería volver a ver a sus padres, quienes habían fallecido hace mucho tiempo.
Lola sabía que este era un deseo complicado, pero estaba decidida a hacer todo lo posible para ayudarlo. Pasaron días y semanas buscando una solución hasta que finalmente llegaron a un plan. Lola llevó a Lucas a una biblioteca mágica donde encontraron un libro antiguo con hechizos poderosos.
Juntos recitaron unas palabras especiales y apareció una imagen holográfica de los padres de Lucas frente a ellos. Lucas no podía creerlo. Por unos momentos sintió como si sus padres estuvieran ahí junto a él, abrazándolo y dándole fuerzas para seguir adelante.
A partir de ese día, Lola entendió que ser Madrina Varita significaba mucho más que hacer magia; también se trataba de brindar apoyo emocional y enseñarle a los niños el valor del amor y la esperanza.
Con el tiempo, Lola se convirtió en una figura muy querida por todos los niños del pueblo. Cada vez que necesitaban un poco de magia en sus vidas, sabían que podían contar con ella.
Y así, la Madrina Varita continuó haciendo realidad los sueños y alegrando el corazón de todos los niños, recordándoles que nunca debían dejar de soñar y creer en la magia que llevan dentro. Y colorín colorado, esta historia llena de aventuras y amor ha terminado.
FIN.