Lola y el bebé elefante perdido


Había una vez en un bosque frondoso, una elefanta llamada Lola, que era muy feliz. Le encantaba caminar por el bosque y sentir la brisa fresca en su piel arrugada.

Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró a un pequeño bebé elefante llorando bajo un árbol. Lola se acercó al bebé elefante y le preguntó: "¿Por qué estás llorando?". El bebé elefante respondió: "Me perdí de mi familia y no sé cómo encontrarla".

Lola sintió mucha tristeza al escuchar esto y decidió ayudar al pequeño elefantito a encontrar a su familia. Juntos empezaron a caminar por el bosque buscando pistas que pudieran llevarlos hasta la manada del pequeño.

Después de mucho caminar encontraron una huella grande y profunda en la tierra que llevaba hacia la manada de elefantes. Lola estaba muy emocionada porque sabía que esta era una buena señal para encontrar la familia del pequeño.

Finalmente llegaron al lugar donde se encontraban los demás elefantes, pero habían pasado muchas horas desde que se separaron del pequeño y ya todos dormían profundamente. Lola no quería despertarlos así que esperaron hasta el amanecer para reunirse con ellos.

El sol salió sobre el horizonte iluminando todo el bosque mientras los dos amigos esperaban pacientemente por sus seres queridos. Cuando finalmente llegó la mañana, Lola corrió hacia su familia gritando: "¡Encontramos a este pequeñín! ¡Está buscando su hogar!".

La manada de elefantes se emocionó mucho al ver al pequeño y lo abrazaron con amor. El bebé elefante estaba muy feliz de haber encontrado a su familia. Lola se alegró muchísimo al ver la felicidad del pequeño y su familia.

Sabía que había hecho algo muy importante para ellos y eso la llenaba de orgullo. Desde ese día, Lola aprendió que ayudar a los demás es una forma maravillosa de encontrar la verdadera felicidad.

Y el pequeño elefantito nunca olvidaría la valentía y amabilidad de Lola, quien le ayudó a encontrar su hogar en el bosque.

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