Lola y el día de la igualdad



Lola era una niña curiosa y valiente que siempre se preguntaba por qué las cosas no eran justas para todos.

Un día, mientras paseaba por el parque con su mamá, vio a un grupo de mujeres con pancartas que decían 'Igualdad para todos' y 'Mujeres fuertes'. Intrigada, se acercó a ellas y les preguntó de qué se trataba.

Las mujeres le explicaron que estaban celebrando el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, para recordar la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos. Lola, emocionada, decidió unirse a ellas en su marcha.

Durante el recorrido, escuchó historias de mujeres valientes que lucharon por sus derechos y se dio cuenta de que aún quedaba mucho por hacer para lograr la igualdad. Al llegar a la plaza central, todas las mujeres levantaron sus pancartas y corearon consignas de igualdad y justicia. Lola se sentía orgullosa de ser parte de ese momento.

De regreso a casa, Lola le contó a su mamá todo lo que había aprendido y le dijo que ella también quería luchar por un mundo donde todos fueran tratados por igual, sin importar su género.

Esa noche, antes de dormir, Lola guardó en su diario un dibujo que hizo de sí misma marchando junto a las mujeres, con una gran sonrisa en su rostro y el puño en alto.

Sabía que siempre llevaría consigo el espíritu de la igualdad y la valentía de las mujeres que había conocido. A partir de ese día, Lola se convirtió en una defensora de la igualdad, inspirando a otros a unirse a la lucha por un mundo más justo para todos.

FIN.

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