Lola y el plan perfecto

Había una vez en un curral rodeado de campos verdes, donde vivían muchas gallinas felices. Todas las mañanas salían a buscar alimento y regresaban al anochecer para dormir en sus nidos.

Un día, una astuta raposa llamada Rita se acercó sigilosamente al curral con la intención de comerse todas las gallinas sin que el guardián del lugar lo notara. Rita era muy inteligente y planeaba cada paso cuidadosamente.

Sabía que no podía atacar durante el día porque el guardián estaba siempre vigilante, por lo que decidió esperar hasta la noche para llevar a cabo su plan. Así transcurrieron los días, mientras Rita se dedicaba a espiar desde lejos a las gallinas y observar los movimientos del guardián.

Pero había algo que no esperaba: una pequeña gallina llamada Lola, quien era muy astuta y siempre estaba alerta ante cualquier peligro. Lola notó rápidamente la presencia de Rita y decidió hablar con las demás gallinas para formular un plan.

Juntas idearon una estrategia para engañar a la raposa y protegerse de ella. Una noche, cuando Rita se acercó sigilosa al corral para atacar, encontró todas las puertas cerradas.

Las gallinas habían construido barricadas con troncos de árboles para impedir su entrada. Rita intentó saltar por encima de las barricadas pero fue recibida por un grupo de valientes gallos dispuestos a pelear contra ella.

La raposa intento escaparse pero Lola logró morderla en la cola antes de que pudiera salir del corral. Rita comprendió que no podía vencer a las gallinas y decidió retirarse. A partir de ese día, se alejó del corral y buscó alimento en otro lugar.

Las gallinas aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de trabajar juntas y estar alerta ante cualquier peligro. Lola se convirtió en un héroe para ellas y todos los días era tratada con respeto y admiración.

Así, el curral volvió a ser un lugar tranquilo donde las gallinas podían vivir felices sin preocupaciones gracias a su astucia e inteligencia.