Lola y el secreto del monstruo del bosque
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Wanasiri, un monstruo que vivía en lo profundo del bosque.
Este monstruo era temido por todos los habitantes del pueblo, ya que se decía que devoraba a cualquiera que se atreviera a entrar en su territorio. Su piel escamosa y sus afilados colmillos lo hacían parecer feroz y peligroso. Un día, llegó al pueblo una niña llamada Lola.
Ella no conocía la historia del monstruo de Wanasiri y decidió adentrarse en el bosque en busca de aventuras. Al llegar al corazón del bosque, se encontró cara a cara con el monstruo. - ¡Oh! ¡Qué sorpresa! -exclamó el monstruo al ver a Lola-.
¿Qué haces tú aquí, pequeña? Lola no sintió miedo al ver al monstruo frente a ella. En lugar de eso, le sonrió amablemente y le dijo:- Hola, soy Lola.
Vine a visitarte porque me contaron que eres el monstruo más valiente y poderoso del bosque. El monstruo se quedó sorprendido por las palabras de Lola. Nadie nunca antes le había hablado con tanta amabilidad y respeto. - ¿De verdad piensas eso de mí? -preguntó el monstruo con curiosidad. - Sí, claro.
Además, creo que todos merecen ser conocidos antes de ser juzgados -respondió Lola con sinceridad. El corazón del monstruo se llenó de emoción al escuchar las palabras de la niña.
Por primera vez en mucho tiempo, se sintió comprendido y valorado. Desde ese día, Lola visitaba al monstruo todas las semanas. Juntos compartían historias, jugaban juegos divertidos y exploraban los rincones más bellos del bosque.
Con el tiempo, los habitantes del pueblo comenzaron a darse cuenta de que el supuesto —"monstruo" no era tan malo como creían. Un día, mientras paseaban por el río cercano al pueblo, escucharon gritos desesperados provenientes de la orilla opuesta.
Sin pensarlo dos veces, el monstruo se lanzó al agua para salvar a un niño que estaba a punto de ahogarse. - ¡Gracias por salvarme! -dijo el niño entre lágrimas una vez estuvo a salvo-. Perdón por haber creído las historias sobre ti.
El gesto heroico del monstruo conmovió profundamente a todos los habitantes del pueblo. A partir de ese momento, dejaron atrás sus miedos y prejuicios hacia él.
La historia del —"monstruo" de Wanasiri dio un giro inesperado gracias a la valentía y bondad demostradas por Lola y su nuevo amigo. Aprendieron juntos que la verdadera belleza está en la aceptación mutua y en dar oportunidades para conocer más allá de las apariencias superficiales.
FIN.