Lola y el tesoro del comportamiento positivo
Lola era una niña muy curiosa y valiente que vivía en un pequeño pueblo junto a sus padres. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un mapa antiguo que parecía mostrar la ubicación de un tesoro escondido. Decidida a encontrarlo, Lola comenzó su aventura.
Lola siguió el mapa y finalmente llegó a una cueva misteriosa. Al entrar, descubrió una habitación llena de tesoros brillantes, pero también estaba custodiada por un simpático personaje llamado Estimulo, quien le explicó que para obtener el tesoro debía superar una serie de desafíos basados en el comportamiento positivo.
- ¡Hola, Lola! Soy Estimulo, el guardián de este tesoro. Para obtenerlo, deberás demostrar tu comportamiento positivo en diferentes situaciones.
- ¿Comportamiento positivo? ¿A qué te refieres? - preguntó Lola con curiosidad.
- Deberás enfrentarte a desafíos donde demostrarás tu buena conducta, tu valentía, tu empatía y tu amabilidad hacia los demás. Cada vez que superes un desafío, recibirás un estímulo positivo como recompensa. ¿Estás lista para comenzar?
Lola aceptó el reto y comenzó a enfrentar los desafíos. En el primer desafío, se encontró con Respuesta, un amigable personaje que necesitaba ayuda para alcanzar unas frutas en lo alto de un árbol. Sin dudarlo, Lola le ofreció su ayuda y juntos lograron obtener las frutas.
- ¡Felicidades, Lola! Has demostrado tu empatía y solidaridad. Por eso, aquí está tu primer estímulo positivo - dijo Respuesta, entregándole una llave brillante.
Con cada desafío superado, Lola recibía un estímulo positivo que la acercaba más al tesoro. En el camino, también conoció a Refuerzo, un personaje que la alentaba cuando enfrentaba dificultades, y a Condicionamiento, quien le enseñaba a reflexionar sobre sus acciones y a aprender de sus errores.
Finalmente, después de superar todos los desafíos, Lola llegó al corazón de la cueva, donde encontró un cofre lleno de tesoros resplandecientes. Estimulo apareció una vez más y le explicó el significado de su aventura.
- Felicidades, Lola. Has demostrado que con tu comportamiento positivo, valentía y amabilidad, has alcanzado el tesoro. Pero recuerda, el verdadero tesoro está en ser una buena persona y en el impacto positivo que generas en los demás.
Lola regresó a su pueblo con el corazón lleno de alegría y con una lección valiosa en su interior. A partir de ese día, se esforzó en demostrar su comportamiento positivo en cada aspecto de su vida, sabiendo que su mayor tesoro era ser una mejor persona.
FIN.