Lola y su amigo alado


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Lola. Ella era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, encontró un pequeño pájaro herido en el suelo. Lola se acercó con cuidado y lo tomó entre sus manos. El pájaro parecía estar muy asustado y triste. "¿Qué te pasó? ¿Cómo puedo ayudarte?" preguntó Lola al pajarito.

El pajarito no respondió, pero miraba fijamente a los ojos de Lola como si entendiera cada palabra que ella decía. Lola decidió llevar al pajarito a casa para cuidarlo.

Con mucho amor y paciencia, logró curar sus heridas y hacer que volviera a ser feliz. Desde ese día, el pájaro se convirtió en su fiel compañero de aventuras. Un día, mientras jugaban juntos en el bosque, escucharon unos ruidos extraños provenientes de un árbol cercano.

Curiosos como eran ambos decidieron investigar qué estaba pasando. Cuando llegaron al árbol descubrieron que había un nido con huevos adentro que estaba siendo atacado por una serpiente hambrienta.

"¡Tenemos que hacer algo!" exclamó Lola preocupada por la vida de los polluelos dentro del nido. Sin pensarlo dos veces, ella y su amigo emprendieron una valiente lucha contra la serpiente hasta lograr ahuyentarla lejos del nido.

Los polluelos estaban sanos y salvos gracias a la valentía y determinación de los dos amigos. A partir de ese día, Lola entendió que siempre debemos ayudar a aquellos que lo necesitan sin importar qué tan pequeños o grandes sean.

Además, se dio cuenta de la importancia de tener un amigo fiel con quien compartir aventuras y momentos especiales. Desde entonces, Lola y su amigo el pajarito siguieron viviendo nuevas aventuras y ayudando a aquellos que lo necesitaban en Villa Feliz.

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