Lola y su fiel amigo Pelusa
Lola era una niña muy alegre y cariñosa que vivía en una casa con un jardín grande y colorido. Un día, sus papás le regalaron un perrito llamado Pelusa, un pequeño caniche blanco con ojos brillantes y una cola esponjosa.
Desde ese momento, Lola y Pelusa se convirtieron en los mejores amigos. Jugaban juntos en el jardín, corrían por todas partes y se divertían muchísimo.
Pero Lola sabía que tener un perrito no era solo jugar, era también cuidarlo y darle todo el amor que merecía. Un día, Pelusa se enfermó y Lola se preocupó mucho. Entonces, decidió llevarlo al veterinario. El doctor le explicó a Lola que Pelusa necesitaba cuidados especiales, buena alimentación, vacunas y cariño.
A partir de ese día, Lola se convirtió en la mejor cuidadora para su fiel amigo. Le daba de comer todos los días, lo bañaba con agua tibia y lo llevaba a pasear para que hiciera ejercicio.
Pelusa se recuperó gracias a los cuidados de Lola y su amor incondicional. Desde entonces, Lola entendió que tener una mascota es una gran responsabilidad, pero también una fuente inagotable de alegría.
Juntos, Lola y Pelusa continuaron viviendo aventuras, pero esta vez, con mucha más conciencia sobre el cuidado y amor que se deben tener hacia las mascotas.
FIN.