Loli y la creatividad en Villa Feliz



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Loli. Loli era conocida por ser muy curiosa y siempre cuestionaba todo lo que le decían.

No le gustaba seguir las reglas y prefería explorar el mundo a su manera. Un día, la maestra de Loli, la señorita Rosa, les dijo a sus alumnos: "Mañana tendrán un examen muy importante de matemáticas. Recuerden estudiar mucho".

Todos los niños asintieron con la cabeza y se pusieron a repasar sus lecciones. Pero Loli pensó para sí misma: "¿Por qué debo estudiar tanto si puedo aprender de otras formas?".

Al día siguiente, durante el examen, la señorita Rosa notó que Loli no estaba escribiendo ninguna respuesta en su hoja. La maestra se acercó a ella y le preguntó en voz baja: "Loli, ¿por qué no estás contestando el examen?".

Y Loli respondió con una sonrisa traviesa: "-Seño, prefiero demostrar lo que sé de otra manera". La señorita Rosa no sabía qué esperar de la respuesta de Loli, pero decidió darle una oportunidad.

Le pidió a la niña que explicara cómo resolver un problema matemático en el pizarrón frente a toda la clase. Todos los niños se sorprendieron al ver que Loli resolvía el problema de una manera creativa y diferente a como habían aprendido en clase. Desde ese día, Loli se convirtió en la sensación del colegio.

Sus compañeros empezaron a darse cuenta de que pensar fuera de lo común podía llevarlos a descubrir nuevas formas de aprender y entender las cosas.

La señorita Rosa también aprendió que cada niño tiene su propia manera única de aprender y expresarse. Poco a poco, Villa Feliz se llenó de colores y risas gracias a las ideas innovadoras de Loli.

Los habitantes del pueblo comenzaron a ver las cosas desde otra perspectiva y valoraron la importancia de no siempre seguir las reglas al pie de la letra.

Y así, LOLI LA NIÑA QUE NO SEGUIA LAS REGLAS se convirtió en un ejemplo para todos los niños (y adultos) del pueblo, demostrando que ser diferente y pensar fuera de lo común puede traer grandes sorpresas y alegrías a nuestras vidas.

FIN.

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