Lolo el delfín valiente
En el hermoso océano vivía Lolo, un delfín tímido y asustadizo. A pesar de su deseo de hacer amigos y jugar, siempre se sentía demasiado inseguro para acercarse a otros habitantes del mar.
Un día, mientras nadaba cerca de un arrecife de coral, Lolo escuchó una risa alegre y llena de entusiasmo. Al asomarse, vio a un tiburón juguetón llamado Tito, que saltaba y chapoteaba con gran energía.
Al principio, Lolo se sintió atemorizado, porque había escuchado historias sobre lo peligrosos que eran los tiburones. Sin embargo, al observar a Tito, notó que no parecía ser tan temible como se lo habían pintado.
Decidido a vencer su miedo, Lolo se acercó lentamente al tiburón y, con voz temblorosa, le dijo: "Hola, soy Lolo. ¿Te gustaría jugar juntos?" "¡Claro que sí! ¡Será genial tener un amigo para jugar contigo, Lolo!" respondió Tito emocionado. A partir de ese día, Lolo y Tito se convirtieron en los mejores amigos.
Juntos exploraron el océano, se deslizaron por valles submarinos y descubrieron tesoros perdidos. Lolo se sentía valiente y feliz al lado de su nuevo amigo. Sin embargo, un día, mientras jugaban a las carreras, se encontraron con un pulpo gigante que bloqueaba su camino.
Lolo se paralizó de miedo, pero Tito, con valentía, se acercó al pulpo y entabló una conversación. A través de la amabilidad y la empatía, el pulpo accedió a apartarse y permitirles continuar con su juego.
Lolo aprendió una gran lección de valentía y amistad con Tito. A medida que pasaba el tiempo, su confianza creció, y pronto estaba jugando con otros habitantes del océano.
La amistad con Tito le había demostrado que, al superar sus temores, podía disfrutar de la compañía de muchos amigos. Lolo se convirtió en un delfín valiente y gentil, dispuesto a enfrentar cualquier desafío que se cruzara en su camino.
FIN.