Loritos unidos
Había una vez en la selva un lorito muy simpático llamado Pepe y su amiga, Lila. Ambos loritos eran inseparables, siempre estaban juntos jugando y contándose historias divertidas.
Un día, mientras volaban por el bosque, se encontraron con un loro muy gruñón llamado Don Casados. Él no soportaba ver a los loritos felices y enamorados, así que decidió hacer todo lo posible para separarlos. Don Casados ideó un plan malvado.
Se acercó a Pepe y le dijo: "Pepe, escucha bien. Si quieres ser realmente feliz en la vida, debes estar solo. Lila solo te distrae y te impide alcanzar tus sueños". Pepe quedó desconcertado por las palabras de Don Casados.
No sabía qué hacer ni a quién creerle. Por otro lado, Lila comenzó a notar que Pepe se alejaba de ella poco a poco. Preocupada por su amigo lorito, Lila decidió hablar con él directamente.
"Pepe, ¿qué te pasa? Últimamente te veo distante y triste"- le preguntó preocupada. "Lila, es que Don Casados me ha dicho que estar contigo me impide ser feliz y cumplir mis sueños", respondió Pepe con voz apagada.
Lila se sorprendió al escuchar eso y comprendió que era el momento de actuar para contrarrestar las mentiras de Don Casados. Decidieron buscar ayuda en sus amigos del bosque para encontrar una solución. Juntos fueron donde Sabio el búho quien siempre tenía respuestas sabias para cualquier problema.
Sabio los escuchó atentamente y les dijo: "Queridos loritos, el amor y la amistad son cosas maravillosas que nos hacen crecer y ser felices. No dejen que las palabras negativas de otros influyan en ustedes".
Animados por las palabras de Sabio, Pepe y Lila decidieron enfrentar a Don Casados una vez más. Se acercaron a él con determinación y le dijeron: "Don Casados, no permitiremos que tus mentiras se interpongan entre nuestra amistad. Juntos somos fuertes y felices".
Don Casados se quedó sin palabras ante la valentía de los loritos. Comprendió que su plan malvado había sido descubierto y que el amor verdadero siempre triunfa sobre el odio.
Desde ese día, Pepe, Lila y Don Casados vivieron en armonía en la selva. Don Casados aprendió a valorar la amistad mientras veía cómo Pepe y Lila eran felices juntos.
La moraleja de esta historia es que nunca debemos dejar que las opiniones negativas de los demás nos afecten. El amor verdadero siempre prevalece cuando confiamos en nosotros mismos y en nuestros seres queridos. Y así, Pepe y Lila siguieron volando juntos por el bosque, compartiendo risas, aventuras e innumerables momentos felices para siempre jamás.
FIN.