Los Alados Brillantes y el Ser Mágico del Agua



Hace mucho tiempo, en los hermosos bofedales y humedales de la sierra peruana, vivía una comunidad de aves muy especiales.

Estas aves eran conocidas como los "Alados Brillantes", debido a sus plumajes de colores vibrantes que brillaban bajo el sol. Un día, una sequía azotó la región y los bofedales comenzaron a secarse, poniendo en peligro la vida de todas las criaturas que habitaban allí. Los Alados Brillantes se reunieron para buscar una solución y salvar su hogar.

"¿Qué haremos para traer de vuelta el agua a nuestros bofedales?", preguntó el sabio búho de la comunidad.

"Debemos encontrar al Ser Mágico del Agua, quien tiene el poder de traer lluvias y restaurar nuestro hábitat", sugirió con entusiasmo el colibrí más joven. Los Alados Brillantes emprendieron entonces un viaje hacia lo más profundo del bosque, donde se decía que habitaba el Ser Mágico del Agua.

Durante su travesía enfrentaron desafíos y peligros, pero juntos lograron superarlos gracias a su valentía y solidaridad. Finalmente, llegaron a una cascada cristalina donde encontraron al Ser Mágico del Agua, un espíritu ancestral que escuchó atentamente sus súplicas.

Conmovido por la determinación de las aves por proteger su hogar, el Ser Mágico les otorgó una semilla mágica. "Planten esta semilla en el corazón de los bofedales y humedales.

Su amor por la naturaleza hará que florezca y traiga consigo las lluvias tan ansiadas", dijo con voz serena el Ser Mágico del Agua antes de desaparecer entre las aguas cristalinas. Los Alados Brillantes siguieron las instrucciones al pie de la letra y plantaron la semilla mágica en medio de los bofedales secos.

Para sorpresa de todos, al día siguiente comenzó a llover suavemente sobre la tierra sedienta. Poco a poco, los bofedales recuperaron su esplendor y vida gracias al poder del amor por la naturaleza que habitaba en cada uno de los Alados Brillantes.

Desde ese día en adelante, los Alados Brillantes continuaron protegiendo con celo los bofedales y humedales, recordando siempre que juntos podían lograr grandes cosas cuando trabajaban unidos por un bien común.

Y así fue como se convirtieron en leyenda entre las aves de la sierra peruana, inspirando a futuras generaciones a cuidar y respetar la belleza natural que los rodeaba.

FIN.

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