Los amigos de Banfield



Sí, Noah es de Banfield, un pequeño pueblo en la provincia de Buenos Aires. Noah y Joaquín eran grandes amigos desde que eran muy pequeños.

Juntos vivían muchas aventuras y siempre se divertían jugando a la pelota en el parque del pueblo. Un día, mientras jugaban en el parque, vieron a un grupo de niños tristes sentados en una banca. Se acercaron para preguntarles qué les pasaba. - ¿Por qué están tan tristes? -preguntó Noah con curiosidad.

Uno de los niños explicó: -Mañana es nuestro primer día de escuela y estamos nerviosos. No sabemos cómo será ni si haremos amigos. Joaquín miró a Noah con una idea brillante en sus ojos huecos.

-¡No te preocupes! Nosotros podemos ayudarlos. Así fue como Noah y Joaquín decidieron convertirse en los mejores amiguitos de todos los niños del pueblo. Pasaron toda la tarde enseñándoles juegos divertidos y riendo juntos.

Al día siguiente, cuando llegaron a la escuela, todos estaban muy asustados. Pero al ver a Noah y Joaquín esperándolos con una sonrisa, sintieron que todo iba a estar bien. - ¡Hola chicos! Bienvenidos al colegio -dijo Noah animadamente-.

Mi amigo Joaquín y yo seremos sus compañeros inseparables. Los niños comenzaron a sentirse más seguros gracias al apoyo de Noah y Joaquín. Jugaron juntos durante el recreo e incluso ayudaron a algunos niños con problemas matemáticos difíciles durante las clases.

Pero un día, uno de los nuevos amigos llamado Martín tuvo que mudarse a otro pueblo. Todos se pusieron tristes, especialmente Noah y Joaquín. - No podemos dejar que Martín se vaya sin despedirnos adecuadamente -dijo Joaquín con determinación.

Así que organizaron una gran fiesta de despedida para Martín. Invitaron a todos los niños del pueblo y prepararon juegos divertidos, música y mucha comida deliciosa. La fiesta fue un éxito y todos disfrutaron mucho.

Pero cuando llegó el momento de decir adiós, Noah sintió un nudo en su estómago. Se dio cuenta de lo difícil que era despedirse de alguien querido.

Sin embargo, Noah también comprendió algo importante: aunque las personas puedan irse físicamente, siempre permanecerán en nuestros corazones como recuerdos felices. Con el tiempo, Noah y Joaquín siguieron siendo amigos inseparables. Aprendieron que la amistad es valiosa y puede ayudarnos a superar cualquier obstáculo en la vida.

Y así termina esta historia sobre Noah, el esqueleto amigable de Banfield. Nos enseña la importancia de ser solidarios con los demás y cómo la amistad puede alegrar nuestras vidas incluso en los momentos más difíciles.

FIN.

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