Los amigos de Cayetano
Cayetano era un niño de cinco años que asistía al jardín de infantes. Todos los días, su mamá lo llevaba hasta la puerta del jardín y se despedían con un beso y un abrazo.
Pero desde hace unos días, Cayetano empezó a llorar cuando llegaba al jardín. Su mamá estaba preocupada y decidió hablar con la maestra para ver si podía ayudar en algo.
La maestra le explicó que algunos niños pueden sentir miedo o ansiedad cuando están separados de sus padres, pero que ella estaría allí para apoyarlo y hacerlo sentir seguro y protegido. Un día, mientras Cayetano estaba jugando en el patio del jardín, se acercó a él otro niño llamado Tomás.
"¿Por qué lloras?", preguntó Tomás curioso. "Me da miedo quedarme aquí sin mi mamá", respondió Cayetano entre sollozos. "No te preocupes", dijo Tomás con una sonrisa reconfortante. "La maestra es muy buena y nos cuida mucho".
Cayetano miró a su alrededor y vio cómo otros niños estaban jugando felices mientras la maestra los observaba atentamente. Se sintió un poco mejor sabiendo que no estaba solo. De repente, escucharon el timbre que indicaba el inicio de la clase.
La maestra llamó a todos los niños para entrar al salón y comenzar las actividades del día. Cayetano seguía sintiéndose nervioso pero trató de seguir adelante como los demás niños.
Mientras pintaba en su papel, pensaba en su mamá y en lo mucho que la extrañaba. Pero también pensó en lo orgullosa que estaría de él si pudiera superar su miedo y disfrutar del jardín.
De repente, escuchó a la maestra decir: "¡Tiempo libre!" Todos los niños se levantaron de sus mesas y empezaron a jugar. Cayetano decidió acercarse a Tomás para jugar con él. Juntos construyeron un castillo con bloques de colores mientras reían y se divertían.
Cayetano se dio cuenta de que había olvidado por un momento su miedo y estaba disfrutando del momento. Al final del día, cuando llegó el momento de irse, Cayetano no quería irse. Había tenido un día maravilloso jugando con sus nuevos amigos y aprendiendo cosas nuevas.
Cuando su mamá vino a buscarlo, le mostró todo lo que había hecho durante el día en el jardín. Su mamá estaba muy orgullosa de él por haber superado su miedo y haber disfrutado del día.
Desde ese día en adelante, Cayetano ya no lloraba al llegar al jardín. Sabía que tenía amigos allí y una maestra amorosa que lo cuidaría mientras estuviera lejos de casa.
Y así comenzó una nueva etapa llena de aventuras para Cayetano en el jardín de infantes.
FIN.