Los amigos de la montaña
Había una vez, en un hermoso bosque, un zorro llamado Zorrito, un ciervo llamado Cervi y un conejo llamado Conejito. Ellos eran grandes amigos y siempre jugaban juntos.
Un día, mientras exploraban el bosque en busca de aventuras, se encontraron con una gran montaña. Estaba tan alta que no podían ver la cima. Los tres amigos decidieron escalarla para descubrir qué había al otro lado. "¡Vamos chicos! ¡Esta será nuestra mejor aventura!"- exclamó Zorrito emocionado.
Cervi tenía unas patas muy largas y saltó de roca en roca sin problemas. Pero tanto Zorrito como Conejito tenían dificultades para subir por las piedras resbaladizas.
"No puedo hacerlo", dijo tristemente Conejito mientras miraba hacia abajo desde donde había empezado a subir. Zorrito no quería dejar atrás a su amigo Conejito y tuvo una idea brillante. "¡Esperen aquí chicos! Voy a encontrar algo que nos ayude".
Zorrito corrió por el bosque hasta que encontró una cuerda resistente colgando de un árbol. La agarró con su boca y regresó rápidamente donde estaban Cervi y Conejito. "¡Miren lo que encontré! Con esta cuerda podremos ayudarnos unos a otros para llegar a la cima"- dijo Zorrito entusiasmado.
Cervi ató la cuerda alrededor de su cuerpo y bajó hasta donde estaba Conejito. "Agárrate fuerte a la cuerda, Conejito. Yo te ayudaré a subir". Conejito agarró la cuerda con todas sus fuerzas mientras Cervi lo levantaba poco a poco.
Pronto, Conejito estaba cerca de la cima. "¡Ya casi lo logras, Conejito! ¡No te sueltes!"- animó Zorrito desde arriba. Con un último esfuerzo, Conejito llegó a la cima y abrazó felizmente a Zorrito.
Los tres amigos celebraron su éxito y continuaron explorando el otro lado de la montaña. Mientras caminaban por el bosque, encontraron un hermoso prado lleno de flores coloridas. Se quedaron allí jugando durante horas, saltando y corriendo entre las flores.
"Esta ha sido una gran aventura"- dijo Cervi sonriente. "Hemos demostrado que juntos podemos superar cualquier obstáculo". Zorrito asintió con entusiasmo. "Así es, amigos. Siempre debemos ayudarnos unos a otros y nunca dejar atrás a nadie".
Desde aquel día, Zorrito, Cervi y Conejito se convirtieron en los mejores amigos del bosque. Juntos aprendieron que cuando trabajamos en equipo y nos apoyamos mutuamente, no hay nada imposible de lograr.
Y así termina nuestro cuento queridos niños y niñas: con una amistad fuerte como una montaña y llena de aventuras emocionantes por descubrir. Recuerden siempre ayudarse unos a otros ¡y serán invencibles!
FIN.