Los Amigos de la Playa



Era un caluroso día de verano, y Sol, una nena llena de energía, decidió ir a la playa. Al llegar, se encontró con dos nenes con los que frecuentemente jugaba: Simón y Lucas. Los tres se saludaron con alegría, listos para pasar un gran día bajo el sol.

"¡Hola, chicos! ¿Qué juegos tenés en mente hoy?" - preguntó Sol mientras se quitaba las sandalias.

"¡Tengo ganas de jugar a los juegos de lópín!" - dijo Simón emocionado. "¡Es un juego que inventamos! Se trata de correr, saltar y encontrar cosas escondidas. Si alguien logra encontrar la 'estrella mágica', ganamos todos juntos".

"¡Me encanta ese juego!" - exclamó Lucas. "Además, el que encuentre la estrella puede elegir qué hacemos después".

Los tres amigos comenzaron a jugar. Se dividieron en equipos, y Simón fue el encargado de esconder la estrella mágica. Sol y Lucas contaron hasta veinte mientras él corría en busca del lugar perfecto.

"¡Listos o no, allá vamos!" - gritaron Sol y Lucas al mismo tiempo.

Comenzaron a buscar con entusiasmo, revisando detrás de las piedras, bajo las sombrillas y entre la arena. En medio de la búsqueda, Sol se detuvo y recordó algo.

"Chicos, ¿se acuerdan la última vez que jugamos y Lucas encontró la concha más grande?" - dijo Sol, sonriendo. "¡Qué momento!".

"Sí, y decidimos que esa concha debía ser nuestro trofeo especial" - agregó Simón. "Deberíamos hacer algo parecido con la estrella mágica, tal vez un trofeo que podamos compartir siempre que juguemos".

Después de un rato buscando y riendo, Lucas se asomó detrás de un arbusto y gritó:

"¡La encontré!" - sostenía la estrella mágica con una gran sonrisa.

"¡Espectacular!" - aclamaron Sol y Simón.

Decidieron que celebrarían su victoria de una manera especial. Entonces Sol tuvo una idea brillante.

"¡Vamos a hacer un dibujo en la arena con la estrella mágica! Así cada vez que volvamos a la playa, recordaremos este momento" - sugirió con entusiasmo.

"¡Me encanta!" - agregó Simón.

Los tres amigos se pusieron manos a la obra. Con un palito, empezaron a dibujar una enorme estrella en la arena y alrededor escribieron palabras que describían su amistad: “diversión”, “compañerismo” y “aventura”.

Cuando terminaron, se sentaron alrededor de su dibujo mientras el sol comenzaba a ponerse.

"Hoy fue un día increíble" - dijo Lucas, mirando el mar. "Nunca voy a olvidar lo que hicimos juntos".

"Sí, lo mismo digo. La verdadera estrella mágica es nuestra amistad" - concluyó Sol.

Decidieron que cada vez que se encontraran, jugarían al juego de lópín y redescubrirían nuevas maneras de disfrutar juntos, creando así más recuerdos inolvidables. Antes de irse, se tomaron una foto junto a su estrella de arena, prometiendo volver a jugar juntos en la playa, haciendo siempre nuevos planes y contando historias de sus aventuras.

Así, terminaron el día felices, sabiendo que lo más importante no era solo encontrar la estrella mágica, sino compartir esos momentos especiales con sus amigos.

Con el corazón lleno de alegría, Sol, Simón y Lucas dejaron la playa, completando otra hermosa jornada en su caso de amistades y diversión.

Y así, la historia de los amigos en la playa continúa cada vez que juegan juntos, recordando que la verdadera magia está en la unión y los momentos compartidos.

FIN.

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