Los amigos de Trompita


Había una vez un elefante llamado Trompita que vivía en la selva con su familia. A pesar de ser enorme y fuerte, Trompita siempre se sentía solo y aburrido. Anhelaba aventuras emocionantes y nuevos amigos con quienes jugar.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Trompita escuchó unos ruidos extraños provenientes de una cueva cercana. Curioso como era, decidió investigar.

Al entrar en la cueva, descubrió a un grupo de animales desconocidos para él: un zorro astuto, una jirafa alta y elegante, un mono travieso y una cebra veloz. - Hola -dijo Trompita tímidamente-. ¿Quiénes son ustedes? -Hola -respondió el zorro-. Soy Zorro Astuto.

Estos son mis amigos Jirafa Elegante, Mono Travieso y Cebra Veloz. Trompita se presentó también y rápidamente los cinco comenzaron a hablar sobre sus vidas. Resulta que todos estaban buscando algo nuevo e interesante que hacer en la vida. - ¡Podríamos tener nuestro propio desafío! -propuso Jirafa Elegante-.

Podríamos competir en diferentes pruebas para ver quién es el mejor. Todos estuvieron de acuerdo con la idea del desafío. Decidieron que cada uno tendría que pensar en una tarea especial para realizar durante el evento.

El día del desafío llegó rápidamente y los cinco amigos estaban muy emocionados por lo que iba a pasar. La primera prueba fue organizada por Zorro Astuto: correr alrededor del lago tres veces sin detenerse.

Cebra Veloz ganó esa prueba, por supuesto. La segunda prueba fue organizada por Trompita: levantar una roca enorme y llevarla a través del bosque sin dejarla caer. Jirafa Elegante demostró su fuerza en esta tarea.

La tercera prueba fue organizada por Mono Travieso: trepar el árbol más alto de la selva en menos de un minuto. Trompita, con su gran tamaño, no era muy bueno para escalar pero lo intentó de todas maneras.

La cuarta y última prueba fue organizada por Jirafa Elegante: encontrar el camino de regreso a casa desde el otro lado del río sin ayuda alguna. Zorro Astuto resultó ser el más astuto y encontró una manera ingeniosa de cruzar el río que nadie había pensado antes.

Al final del desafío, todos estaban agotados pero felices por haber tenido una experiencia emocionante juntos. Descubrieron que cada uno tenía habilidades únicas y valiosas que podían compartir con los demás.

Y aunque solo habían conocido unos pocos días atrás, se convirtieron en amigos cercanos. Desde ese día en adelante, Trompita ya no se sintió solo o aburrido nunca más porque sabía que tenía nuevos amigos con quienes compartir aventuras emocionantes y desafíos divertidos en cualquier momento.

Dirección del Cuentito copiada!