Los Amigos del Bosque y el Clima Cambiador



En un hermoso bosque lleno de árboles verdes y flores de colores, vivían muchos animales felices. Cada uno tenía su propio lugar y rutina. Pero un día, algo extraño comenzó a suceder. El sol brillaba más fuerte que nunca y la lluvia no caía como antes.

- ¡Qué raro! -exclamó el conejo Ramón, mientras brincaba de un lado a otro. - ¡Nunca había sentido tanto calor en otoño!

- Y yo, -dijo la tortuga Tina- no entiendo por qué las flores están empezando a marchitarse. ¡Esto no es normal!

Los amigos decidieron reunirse para hablar sobre lo que estaba pasando. El búho Otto, conocido por su sabiduría, les propuso hacer una reunión en el gran roble.

- ¡Todos los animales deben venir! -dijo Otto volando de un árbol a otro.

Así, se juntaron el zorro Fede, la ardilla Susi, el ciervo Diego y muchos más. Todos estaban preocupados por los cambios en su hogar.

- ¿Qué haremos? -preguntó Susi, saltando nerviosa.

- Tal vez deberíamos ir a hablar con el viento. Él siempre sabe muchas cosas -sugirió Fede.

Así que, un grupo de animales valientes partió hacia el monte, donde el viento soplaba fuerte.

- ¡Hola, viento querido! -gritó Ramón-. Necesitamos tu ayuda. Todo está diferente y no sabemos qué hacer.

El viento, que al principio parecía indiferente, empezó a hablar. - Es cierto que el clima ha cambiado, pero también ustedes pueden ayudar. ¿Sabían que cuidar del bosque es muy importante?

- ¿Cuidar del bosque? -preguntó Diego curioso.

- Sí, eso significa plantar más árboles, limpiar ríos y hablar con los humanos para que cuiden su hogar. Si todos trabajamos juntos, el bosque puede sanar.

Los animales volvieron a casa emocionados. -¡Podemos hacer una fiesta para invitar a todos a ayudar! -dijo Tina.

El zorro Fede y la ardilla Susi comenzaron a organizar la gran fiesta del bosque. Pasaron días reuniendo a todos y al fin llegó el gran día. Con banderines de hojas y música con cantos de aves, invitaron a todos los animales y también a los humanos del pueblo cercano.

- Venid, venid a cuidar el bosque –cantaban los pájaros.

Los humanos se sorprendieron al ver a tantos animales juntos, pero se unieron a la diversión. Pintaron carteles sobre cuidar la naturaleza, plantaron árboles y limpiaron el arroyo. Todos trabajaban con alegría como un gran equipo.

- ¡Mirá cómo florecen las plantas! -decía Susi emocionada.

- Y ya no hace tanto calor -agregó Ramón.

Poco a poco, el bosque se fue recuperando. Las flores comenzaron a brillar de nuevo y los animales se sentían felices y esperanzados. El viento soplaba suave, como si celebrara con ellos.

Al final del día, Otto, el búho sabio, miró a todos y dijo:

- Cuando cuidamos de nuestro hogar, él también nos cuida a nosotros. ¡Celebremos juntos!

Y así, todos los animales y humanos se unieron en un gran baile bajo las estrellas, prometiendo cuidar siempre del bosque y de su hogar.

Desde ese día, los animales aprendieron que, aunque el clima cambia, con amor y trabajo en equipo, pueden hacer una gran diferencia. Y el bosque, su precioso hogar, brilló de nuevo con vida y colores.

- ¡Vamos a cuidar nuestro bosque siempre! -gritaban todos con alegría.

Y así, entre risas y amor, los amigos del bosque vivieron felices y unidos, cuidando su hogar y enseñando a otros lo importante que es amar la naturaleza.

FIN.

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