Los amigos del jardín



Había una vez en un hermoso jardín, un grupo de animalitos muy curiosos y juguetones. Entre ellos estaban Lucas el conejito, Martina la mariquita, Tomás el pajarito y Lola la abejita.

Cada uno tenía habilidades especiales que los hacían únicos. Un día, mientras exploraban el jardín, encontraron un gran árbol con frutas deliciosas en lo más alto. Todos querían probarlas, pero no sabían cómo alcanzarlas.

Lucas dijo: "¡Vamos a trabajar en equipo para conseguir las frutas! Juntos somos más fuertes". Martina sugirió: "Yo puedo volar hasta allá arriba y traer una fruta". Tomás agregó: "Y yo puedo utilizar mi pico para ayudarte a agarrarla".

Lola dijo emocionada: "¡Y yo puedo llevarla hasta abajo con mi trompa!"Así comenzaron su misión. Martina se elevó por los cielos hasta llegar al árbol y agarró una jugosa manzana. Tomás extendió su pequeño pico y ayudó a Martina a sujetarla bien fuerte.

Cuando bajaron al suelo, Lola tomó la manzana con su trompa cuidadosamente y la llevó hacia sus amigos. Todos celebraron el éxito de su trabajo en equipo mientras compartían la deliciosa fruta. Pero aún quedaban muchas otras frutas por recolectar.

Decidieron repetir el proceso una y otra vez hasta haber probado todas las variedades que había en aquel árbol tan especial.

Con cada nueva fruta recolectada, Lucas, Martina, Tomás y Lola se sentían más unidos y confiaban cada vez más en el poder del trabajo en equipo. Se dieron cuenta de que juntos podían lograr cualquier cosa. Un día, mientras seguían recolectando frutas, se encontraron con un pequeño erizo llamado Benito. Benito estaba triste porque no tenía amigos y siempre se sentía solo.

Lucas, Martina, Tomás y Lola notaron su tristeza y decidieron invitarlo a unirse a su equipo.

Le explicaron cómo trabajaban juntos para conseguir las frutas y le dijeron: "¡Con tu ayuda seremos aún mejores!"Benito aceptó emocionado la invitación y pronto descubrió lo divertido que era trabajar en equipo. Juntos recolectaron todas las frutas restantes del árbol, riendo y disfrutando cada momento. Desde ese día, Lucas, Martina, Tomás, Lola y Benito se convirtieron en los mejores amigos.

Aprendieron que cuando trabajan juntos pueden alcanzar cualquier meta que se propongan. Y así fue como aquel grupo de animalitos descubrió la importancia del trabajo en equipo.

Desde entonces, siguieron explorando el mundo juntos, enfrentando desafíos con alegría y siempre recordando que "juntos somos más fuertes". Fin

FIN.

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