Los Amigos Inseparables del Cielo


Las gotas de agua se asustaron al separarse y no saber dónde estaban sus amigas. Una pequeña gota llamada Gotañita estaba particularmente preocupada. Era la más joven del grupo y siempre había dependido de sus amigas para todo.

Mientras flotaba en el cielo, Gotañita vio a lo lejos una montaña. Pensó que tal vez allí encontraría a las demás gotas y decidió dirigirse hacia allá.

En su camino, se encontró con un rayo de sol muy amable. - Hola, pequeña gota - dijo el rayo de sol con una sonrisa-. ¿Qué te trae por aquí? - Me he perdido de mis amigas y estoy buscándolas - respondió Gotañita con tristeza.

El rayo de sol le dio ánimos y le ofreció ayuda para buscar a las demás gotas. Juntos exploraron valles, ríos y lagos, pero no lograron encontrarlas. Desanimada, Gotañita pensó en rendirse y regresar a casa cuando escuchó un grito desesperado.

Se acercó rápidamente al lugar del ruido y descubrió que era su amiga Gotitona atrapada en una hoja de árbol. - ¡Gotañita! ¡Ayuda! No puedo moverme - gritaba Gotitona angustiada.

Sin dudarlo, Gotañita pidió ayuda al rayo de sol para secar la hoja donde estaba atascada Gotitona. Con mucho cuidado, el rayo secó la hoja hasta que Gotitona pudo liberarse. - ¡Gracias por salvarme! - exclamó Gotitona emocionada. Gotañita y Gotitona continuaron su búsqueda junto al rayo de sol.

Pasaron por prados, bosques y playas, pero no encontraban a las demás gotas. Hasta que un día, escucharon risas provenientes de una cascada. Se acercaron corriendo y allí encontraron a Gotañote, Goticucha y Goterito divirtiéndose en el agua.

- ¡Amigas! ¡Las encontré! - gritó Gotañita con alegría. Las gotas se abrazaron emocionadas. Habían aprendido que aunque estuvieran separadas, siempre podían encontrar la manera de reunirse nuevamente. El viento les había enseñado a ser valientes y perseverantes.

Desde ese día, las gotas decidieron viajar juntas por el cielo. Descubrieron nuevos lugares y conocieron a otras gotitas amigables en su camino. Aprendieron que la amistad era más fuerte cuando se apoyaban mutuamente.

Y así, las gotitas vivieron muchas aventuras juntas en el cielo, recordando siempre la importancia de nunca perderse el uno al otro y disfrutar cada momento como amigos inseparables.

Dirección del Cuentito copiada!