Los Amigos y el Jardín Mágico
En un pequeño pueblo llamado Arcoíris, donde todos los días amanecía con un cielo despejado y lleno de colores, vivían cinco grandes amigos: Daniel Lindo, Miguel Bello, Stiven Hermoso, Cristina Alegre y Deysi Bebe. Estos amigos eran inseparables y siempre estaban en busca de aventuras.
Un día, mientras exploraban un bosque cercano, encontraron un camino que nunca habían visto antes. Curiosos, decidieron seguirlo. A medida que avanzaban, los árboles mostraban llamativos colores, y el aire se llenaba con un dulce aroma de flores.
"¿A dónde nos llevará este sendero?" - preguntó Daniel Lindo, con ojos brillantes de emoción.
"No lo sé, pero ¡mira qué hermoso es todo!" - respondió Miguel Bello, tocando las suaves hojas del arbusto.
"¡Me encanta!" - gritó Stiven Hermoso al ver mariposas de mil colores danzando alrededor de ellos.
Cristina Alegre sonrió, disfrutando de la alegría del momento. Deysi Bebe, la más pequeña del grupo, miraba asombrada y soltó un gran grito: "¡Miren! ¡Un jardín!"
Los amigos se acercaron y quedaron boquiabiertos. El jardín era un lugar mágico, lleno de flores brillantes y arbustos con formas de animales. Además, allí había un árbol gigante con ramas que parecían tocar el cielo.
"¡Es un lugar fantástico!" - dijo Stiven Hermoso, corriendo hacia la base del árbol.
"¡Vamos a jugar!" - sugirió Cristina Alegre, danzando alrededor de las flores.
Así que comenzaron a jugar: hacían carreras entre las flores, competían para ver quién podía saltar más alto y disfrutaban de un pic nic bajo la sombra del árbol mágico. Pero, mientras jugaban, notaron algo curioso.
"¿Por qué estas flores son tan especiales?" - preguntó Daniel Lindo, tocando una flor que brillaba intensamente.
"Tal vez podemos descubrirlo investigando un poco más el jardín", sugirió Miguel Bello.
Así que, juntos decidieron explorar más a fondo. Se adentraron en el jardín y encontraron una pequeña casita de duendes.
"Hola, pequeños viajantes" - dijo una voz suave. Al mirar hacia arriba, vieron un pequeño duende con una larga barba. "Soy Dorado, el guardián de este jardín. ¿Saben? Estas flores tienen un poder especial. "
"¿Poder especial?" - preguntó Deysi Bebe, fascinada.
Dorado asintió y explicó:
"Estas flores representan las emociones de quienes las cuidan. Cuando alguien invade el jardín con tristeza o enojo, las flores pierden su color y su brillo.
Los amigos miraron a su alrededor, notando que algunas flores estaban apagadas.
"¿Y cómo podemos ayudarlas?" - preguntó Cristina Alegre.
"Necesitan amor y alegría. Cuando ustedes compartan buenos momentos aquí, las flores volverán a brillar" - respondió el duende sonriendo.
Los amigos se pusieron a pensar en lo que podían hacer.
"¡Ya sé!" - dijo Daniel Lindo. "Organicemos una gran fiesta. Invitemos a todos los amigos del pueblo para que compartan alegría con nosotros en el jardín mágico!"
Todos estuvieron de acuerdo. Así que comenzaron a organizar todo. Invitaron a sus amigos, prepararon ricos alimentos y llenaron el lugar de risas y música.
El día de la fiesta, el jardín se iluminó con colores vibrantes, y las flores comenzaron a brillar intensamente. Todos los habitantes del pueblo llegaron, y juntos comenzaron a bailar y disfrutar.
"¡Qué hermosa fiesta!" - exclamó Miguel Bello, mientras giraba en círculo junto a sus amigos.
"¡Lo estamos logrando!" - gritó Stiven Hermoso, mientras las flores brillaban más y más.
Dorado, el duende, observaba desde un rincón, con una gran sonrisa en su rostro.
"Lo han logrado, pequeños viajantes. Ustedes han demostrado que la alegría y la amistad pueden hacer maravillas."
Y así, gracias a la unión y el amor de los amigos, el jardín mágico volvió a ser un lugar lleno de color y felicidad. Desde entonces, cada vez que los amigos querían compartir un momento especial, se reunían en ese lugar encantado, creando recuerdos que iluminaban su vida.
Y ese fue el secreto de su amistad, que nunca dejaron de celebrar y cuidar. Desde ese día, nunca olvidaron compartir las emociones y siempre se aseguraron de que el amor y la alegría florecieran a su alrededor.
FIN.