Los aventuras de Peludito, el cangrejo volador



En una playa muy lejana, vivía un cangrejo llamado Peludito. A diferencia de los demás cangrejos, a Peludito le gustaba volar.

Sí, así es, ¡volar como un pájaro! Todos los días, Peludito practicaba su técnica de vuelo en la orilla del mar, saltando y agitando sus patas al viento. "¡Miren, miren! ¡Hoy sí lo lograré, volaré hasta las nubes!" gritaba Peludito mientras se lanzaba al aire con todas sus fuerzas.

Por supuesto, caía al agua una y otra vez, pero no se desanimaba. Un día, mientras Peludito practicaba su vuelo, una gaviota llamada Rosaura lo observaba con curiosidad. "¿Qué estás haciendo, Peludito? Los cangrejos no vuelan, solo las aves lo hacen" le dijo Rosaura con tono burlón.

"¡Eso no me importa! Yo quiero volar y lo lograré, ya lo verás", respondió Peludito con determinación. Rosaura, impresionada por la valentía de Peludito, decidió ayudarlo. Juntos construyeron unas alas con hojas de palmera y plumas que Rosaura había encontrado.

"Con estas alas, tal vez puedas volar" le dijo Rosaura con una sonrisa. Peludito se puso las alas y, con mucho esfuerzo, saltó al aire una vez más.

Esta vez algo extraordinario sucedió, ¡Peludito empezó a elevarse!"¡Estoy volando, estoy volando!" gritaba Peludito emocionado mientras surcaba el cielo. Todos en la playa quedaron boquiabiertos al ver a Peludito convertido en el primer cangrejo volador. Desde ese día, Peludito recorrió el mundo entero llevando alegría a todos los que lo veían volar.

Y aunque a veces todavía caía al agua, nunca dejó de intentarlo. Porque Peludito demostró que con esfuerzo y perseverancia, ¡los sueños pueden hacerse realidad!

FIN.

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