Los Aventureros de la Computadora



Era un día soleado en el colegio Isi College, y los estudiantes de segundo grado Violeta estaban muy emocionados. Hoy tenían clase de informática, y su maestra, la Sra. Marta, les había prometido una sorpresa. Cuando los chicos entraron al aula, se encontraron con una gran computadora nueva en el centro de la sala.

"¡Wow!" - exclamó Joaquín, el más curioso del grupo. "¿Qué haremos hoy, maestra?"

"Hoy seremos exploradores en el mundo de la computadora", respondió la Sra. Marta con una sonrisa. "Vamos a descubrir las partes de esta máquina mágica y a ayudarnos unos a otros a entender cómo funciona".

Los chicos miraban la computadora con asombro. La Sra. Marta comenzó su lección.

"Primero, necesitamos conocer a nuestro amigo, el CPU. ¡Es el cerebro de la computadora!" - dijo, señalando a una caja que estaba en la parte inferior.

"¡Hola, CPU!" - gritaron todos al unísono, como si estuvieran conversando con un nuevo compañero de clase.

"Ahora vamos a conocer a la memoria RAM. Sin ella, nuestro CPU no podría recordar nada!" - explicó la maestra.

"¡Hola! ¡Yo tengo buena memoria!" - dijo una niña del grupo, Briana, haciendo reír a todos.

Luego, descubrieron el monitor, que les mostró todas las imágenes y palabras.

"Yo soy el Monitor. ¡Miren cuántas cosas puedo mostrarles!" - dijo el monitor con una voz alegre.

"¡Qué impresionante!" - comentó Miguel. "¿Puedo ver un juego?"

Pero la Sra. Marta les explicó que antes de jugar, debían aprender cómo manejar todas las partes de la computadora. Así que pasaron el día conociendo a cada uno de los componentes.

"Y aquí tenemos el teclado y el ratón", dijo la Sra. Marta. "Sin ellos, no podríamos darle órdenes a la computadora".

Luis, que era muy juguetón, no pudo evitar decir:

"¡Yo soy el rey del teclado! ¡Nada me detiene!"

Mientras los estudiantes reían y disfrutaban, la Sra. Marta les propuso un desafío.

"Vamos a hacer un juego. Todos deben trabajar en equipos, y cada equipo tendrá la misión de construir su propia computadora de cartón usando el conocimiento que han aprendido hoy".

Los equipos comenzaron a trabajar entusiasmados, y utilizando cajas, botones y colores, construyeron sus computadoras. Pero, cuando todo parecía perfecto, un viento fuerte se coló por la ventana y voló las computadoras de cartón por toda el aula.

"¡Oh no!" - exclamó Valentina, mirando cómo su creación volaba por el aire. "¿Qué vamos a hacer ahora?"

"No se preocupen", dijo la Sra. Marta. "Eso significa que ahora deberemos usar nuestra imaginación para reconstruirlas. Recuerden, lo más importante es no rendirse".

Así que los estudiantes se pusieron manos a la obra. Con más esfuerzo y creatividad, unieron sus ideas y recursos, y al final, lograron hacer nuevas computadoras de cartón, ¡incluso mejores que las originales!"¡Lo logramos!" - gritaron todos, llenos de felicidad.

"¿Vieron? Cada error es una oportunidad para aprender y mejorar", dijo la Sra. Marta, orgullosa.

Al final de la clase, todos habían aprendido sobre las partes de la computadora y también sobre el trabajo en equipo.

"No solo somos buenos con las computadoras, ¡también somos un gran equipo!" - dijo Joaquín.

Y así, los estudiantes de segundo grado Violeta se convirtieron en verdaderos aventureros del mundo digital, listos para seguir explorando.

FIN.

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