Los aventureros del mar
Había una vez en el océano un grupo de amigos muy especial.
Estaban conformados por Dusó, el delfín líder de la pandilla, Shmali, un pulpo de 8 brazos que siempre creía que podía ser el primero en todo, Celina, un pez espada que lastimaba con sus palabras, Tortu, una tortuga que solo hablaba y no escuchaba a los demás y Ostra, una ostra tan tímida que nadie conocía sus tesoros.
También estaba Neptuno, un pez con una sola aleta pero nadaba lento. Un día soleado mientras exploraban las profundidades del océano, se encontraron con un nuevo amigo llamado Pepe. Pepe era un pececito pequeño pero muy valiente.
Tenía unas escamas brillantes y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. La pandilla decidió hacerle una prueba a Pepe para ver si podía formar parte de su grupo. Organizaron una carrera bajo el agua para ver quién llegaba primero al arrecife de coral más lejano.
Shmali pensó que sería fácil ganar la carrera porque tenía ocho brazos para nadar rápidamente. Celina decidió usar sus palabras hirientes para distraer a los demás competidores.
Tortu simplemente siguió hablando sin escuchar lo que los demás decían y Ostra se escondió en su caparazón por timidez. Por otro lado, Dusó sabía que Neptuno era muy lento debido a su única aleta y no quería dejarlo atrás.
En lugar de competir contra él, Dusó decidió acompañarlo durante toda la carrera para asegurarse de que no se sintiera solo. A medida que avanzaban en la carrera, Shmali se cansó rápidamente y perdió velocidad.
Las palabras hirientes de Celina comenzaron a lastimar a los demás y Tortu se dio cuenta de que nadie lo estaba escuchando. Ostra, por su parte, seguía escondida sin mostrar sus tesoros al resto del grupo. Mientras tanto, Dusó y Neptuno seguían nadando juntos hacia el arrecife de coral.
Aunque Neptuno era lento, Dusó lo animaba constantemente y le decía lo increíblemente valiente que era por seguir adelante a pesar de su discapacidad. Finalmente, llegaron al arrecife de coral y todos los demás miembros de la pandilla estaban allí esperándolos.
Todos se dieron cuenta de que Pepe había sido el primero en llegar gracias a su determinación y valentía. Shmali se dio cuenta de que ser el más rápido no siempre significaba ganar.
Celina comprendió lo importante que era cuidar las palabras que usaba para no lastimar a los demás. Tortu aprendió a escuchar más y hablar menos. Ostra finalmente salió de su caparazón mostrando sus hermosos tesoros escondidos.
La pandilla entendió que cada uno tenía habilidades únicas y juntos podían lograr cosas maravillosas. A partir de ese día, prometieron apoyarse mutuamente y trabajar en equipo para enfrentar cualquier desafío.
Y así, esta pandilla tan especial aprendió una gran lección sobre la importancia del respeto, la amistad verdadera y el valor de ser uno mismo. Juntos, continuaron explorando el océano y creando recuerdos inolvidables. Fin.
FIN.