Los aventureros unidos
Había una vez dos amigos muy aventureros llamados Marc y Tito. Les encantaba explorar nuevos lugares y descubrir cosas emocionantes. Un día, decidieron ir de excursión a la montaña más alta de su ciudad.
Marc y Tito se levantaron temprano esa mañana, empacaron sus mochilas con agua, comida y todo lo necesario para un día lleno de diversión.
Pero hubo un pequeño problema: ¡se habían olvidado el mapa en casa!"¡Ay no! ¿Qué vamos a hacer ahora?", exclamó Marc preocupado. Tito pensó por un momento, luego sonrió y dijo: "No te preocupes amigo, somos inteligentes y valientes. Seguro podemos encontrar el camino sin necesidad del mapa".
Así que los dos amigos comenzaron su caminata hacia la montaña. Mientras subían por el sendero, se encontraron con varios obstáculos como rocas grandes y árboles caídos en el camino. "Vaya, esto es más difícil de lo que pensé", dijo Marc mientras intentaba saltar una roca.
Tito asintió pero no se dio por vencido: "Recuerda que siempre encontramos soluciones juntos. Vamos a superar estos desafíos". Continuaron avanzando hasta que llegaron a un río ancho y profundo. No había ningún puente para cruzarlo.
"¿Y ahora qué hacemos?", preguntó Marc preocupado. Tito miró alrededor y vio unas piedras grandes cerca del río: "Podemos saltar de piedra en piedra para cruzarlo".
Con mucho cuidado, ambos amigos saltaron de una piedra a otra hasta llegar al otro lado del río. Estaban emocionados de haber superado ese obstáculo. Después de un rato, Marc y Tito se dieron cuenta de que estaban perdidos en el bosque.
No tenían idea de cómo encontrar el camino hacia la montaña sin el mapa. "Esto es un desastre", suspiró Marc frustrado. Tito levantó la cabeza y vio una pequeña cabaña a lo lejos: "Vamos a preguntarle al dueño de la cabaña si nos puede ayudar".
Se acercaron a la cabaña y tocaron la puerta. Un amable señor salió y les escuchó atentamente mientras explicaban su situación. El señor sonrió y dijo: "No se preocupen chicos, conozco muy bien estas montañas. Los llevaré hasta allí".
Marc y Tito sintieron un gran alivio, sabiendo que finalmente iban en el camino correcto. El señor los guió por senderos ocultos y caminos secretos que solo él conocía.
Al fin llegaron a la cima de la montaña, desde donde podían ver todo su pueblo extendiéndose ante ellos. "¡Lo logramos!", exclamaron los amigos emocionados mientras celebraban su éxito. Entendieron que aunque habían olvidado el mapa, nunca debían rendirse ni dejar que los obstáculos les impidieran alcanzar sus metas.
Aprendieron que siempre hay soluciones creativas para resolver problemas cuando trabajan juntos como equipo. Desde aquel día, Marc y Tito continuaron explorando nuevos lugares sin miedo a enfrentarse a cualquier desafío que encontraran en su camino.
Y cada vez que se encontraban con un obstáculo, recordaban esa valiosa lección aprendida en su excursión a la montaña.
FIN.