Los ayudantes mágicos de Papá Noel
Había una vez un grupo de 21 niños de infantil que estaban muy emocionados por la llegada de la Navidad. Todos los días, se reunían en el jardín de su escuela para jugar y aprender cosas nuevas.
Un día, mientras jugaban, encontraron una vieja caja misteriosa debajo de un árbol. Llena de curiosidad, decidieron abrirla y descubrieron que dentro había un mapa con muchas pistas.
Emocionados por la aventura que les esperaba, decidieron seguir las indicaciones del mapa y comenzar su búsqueda del tesoro. Caminaron por el bosque siguiendo las pistas hasta llegar a una pequeña cabaña. Al entrar, se encontraron con un anciano amable llamado Don Benito.
Les contó que él era uno de los duendes ayudantes de Papá Noel y estaba buscando a alguien valiente y generoso para ser su aprendiz. Los niños estaban encantados con la idea y aceptaron el desafío sin dudarlo.
Don Benito les explicó que tenían que superar tres pruebas para demostrar su valor y compromiso. La primera prueba consistía en repartir regalos a todos los animales del bosque. Los niños llenaron sus mochilas con golosinas y juguetes e hicieron sonreír a cada animalito con sus obsequios.
La segunda prueba era ayudar a las personas necesitadas del pueblo vecino. Los niños recogieron alimentos no perecederos y ropa abrigada para donar a aquellos que lo necesitaban más.
Con cada acto bondadoso, sentían cómo crecía la alegría en sus corazones. Finalmente, llegó el momento de la tercera prueba. Don Benito les pidió que trabajaran juntos para decorar el árbol de Navidad más hermoso y brillante que jamás se haya visto.
Los niños se pusieron manos a la obra, colgando luces y adornos con entusiasmo. Cuando terminaron, el árbol estaba tan hermosamente decorado que parecía sacado de un cuento de hadas.
El brillo en los ojos de los niños era evidente mientras admiraban su trabajo en equipo. Don Benito sonrió y les reveló que habían completado las pruebas con éxito. Ahora eran oficialmente sus ayudantes y tendrían la oportunidad de trabajar junto a él para repartir regalos durante la noche de Navidad.
Esa noche, mientras todos dormían, los 21 niños salieron sigilosamente del colegio junto a Don Benito. Llevaban consigo una gran cantidad de juguetes y regalos para hacer felices a todos los niños del mundo.
Recorrieron cada rincón del planeta, dejando presentes en cada hogar donde había un niño esperando ilusionado por recibir algo especial en esa mágica noche navideña.
Al amanecer, cuando regresaron al colegio agotados pero llenos de alegría, vieron cómo todos los demás niños estaban esperándolos con una enorme sorpresa: habían preparado un festín navideño para celebrar su increíble hazaña. Los 21 niños se abrazaron emocionados y compartieron risas y abrazos mientras disfrutaban juntos de la comida deliciosa.
Ese día aprendieron lo importante que es ser generoso, trabajar en equipo y hacer felices a los demás.
Y así, cada año desde aquel día, los 21 niños de infantil se reunían para recordar su aventura navideña y seguir compartiendo la magia de la Navidad con todos aquellos que lo necesitaban. Porque habían descubierto el verdadero significado de esta maravillosa festividad: el amor y la generosidad hacia los demás.
FIN.