Los Cambios de Timo, el Elefante



En la vasta sabana, vivía un pequeño elefante llamado Timo. Desde que se despertó esa mañana, algo se sentía diferente. Timo miró su reflejo en el agua del estanque y notó que sus orejas estaban un poco más grandes y su trompa un poco más larga.

- ¡Ay, no! -exclamó Timo, asustándose. - ¡Estoy cambiando!

Con el corazón acelerado, decidió ir en busca de sus amigos. Al llegar a la sombra de un gran baobab, encontró a Lila, la jirafa, que estaba estirando su cuello hacia las ramas más altas para alcanzar unas hojas frescas.

- ¡Lila! -gritó Timo, mientras corría hacia ella. - ¡Tengo miedo de los cambios que estoy notando!

- ¿Cambios? -preguntó Lila, bajando la cabeza y acercándose. - Todos pasamos por cambios mientras crecemos. ¿Por qué no me cuentas más?

Timo se sentó y, con un suspiro, empezó a relatarle sus preocupaciones.

- Estoy notando que soy más alto y mis patas son más largas. A veces, me siento raro.

- Eso me suena familiar -sonrió Lila. - Yo también me sentí rara cuando empecé a crecer. Recuerdo que al principio tropezaba con mis propias patas.

- ¡Sí! -intervino Hippo, el hipopótamo, que se acercaba con su andar lento pero seguro. - Yo también pasé por eso. Cuando era pequeño, me preocupaba no encajar en las charlas de los demás porque era más pequeño. Pero ahora estoy mucho más grandote y me encanta ser quien soy.

Timo miró a sus amigos, sintiendo un poco de alivio.

- Pero, ¿y si nunca me acostumbro a estos cambios? -preguntó, con su tonalidad melancólica.

Justo en ese momento, apareció Leo, la leona, que se estaba acicalando bajo el sol.

- ¡Hola, amigos! -saludó Leo. - ¿De qué están hablando?

- Timo tiene miedo de sus cambios -explicó Lila. - Y con Hippo estábamos compartiendo cómo nos sentimos al crecer.

- Cambios, cambios, cambios -dijo Leo, riendo. - ¡Eso es parte de crecer! Cuando empecé a crecer, mis manchas se hicieron más grandes y mi rugido cambió. Pero después entendí que cada cambio me hacía más fuerte y único.

- Además, la vida siempre está llena de cambios -agregó el loro, que aterrizó en la rama. - Primero están los cambios. Luego, aprenden a vivir con ellos. ¡Es parte de la aventura!

- ¡Aventura! -repitió Timo, emocionándose. - Pero, ¿siempre será así?

- Claro -dijo el loro. - Un día eres un pequeño elefante; al siguiente, eres un elefante fuerte que puede ayudar a sus amigos. Cada cambio es una nueva oportunidad de aprender y crecer.

Timo se sentó en el suelo y observó a sus amigos. Pensó en todos los buenos momentos que habían pasado juntos y se dio cuenta de que, sin importar los cambios, siempre estarían allí, apoyándose unos a otros.

- Entonces, ¿no tengo que tener miedo? -preguntó Timo, sintiendo una chispa de confianza en su interior.

- Exacto -respondió Lila. - ¡Vamos, enfrentemos nuestros cambios juntos!

- Sí -dijo Hippo, levantando su poderosa trompa. - Como amigos, todo es más fácil.

- ¡Y más divertido! -añadió Leo, extendiendo sus patas.

Timo sonrió.

- Gracias, amigos. Estoy listo para mis cambios. ¡Los enfrentaremos juntos!

Y así, con la ayuda de Lila, Hippo, Leo y el loro, Timo decidió no temerle a sus cambios. Por el contrario, los abrazó como una parte maravillosa de su historia en la sabana, una aventura que apenas estaba comenzando. Y con cada paso, cada cambio, se sentía un poco más fuerte y un poquito más feliz.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!