Los Capibaras de Colores y el Tigre Amistoso
En un bosque lleno de colores brillantes, vivía un grupo de capibaras que, además de ser adorables, eran muy especiales. Cada uno tenía un color diferente: uno era azul como el cielo, otro naranja como el sol, y había uno verde como la hierba fresca. Estos capibaras eran conocidos por su gran corazón y su tolerancia. A pesar de que muchos en el bosque temían a los tigres, ellos siempre creían en la posibilidad de la amistad.
Un día, mientras los capibaras jugaban en el arroyo, notaron que una sombra se acercaba. Era un tigre con un pelaje majestuoso y rayas brillantes. Todos los capibaras se miraron nerviosos.
"¿Qué haremos?" - dijo el capibara azul.
"Tal vez deberíamos escondernos" - sugirió el capibara naranja.
"No, esperen. ¿Y si solo quiere jugar?" - habló el capibara verde, que siempre estaba dispuesto a darle una oportunidad a los demás.
Con un profundo suspiro, el capibara verde se acercó al tigre.
"¡Hola!" - saludó con voz temblorosa.
—"Hola" - respondió el tigre, algo sorprendido. "No quiero hacerles daño. Solo busco un amigo."
Los capibaras comenzaron a relajarse y se dieron cuenta de que el tigre, a pesar de su aspecto temible, tenía un tono amistoso en su voz.
"¡Un amigo!" - exclamó el capibara azul. "¿Te gustaría jugar con nosotros?"
"Claro, me encantaría" - respondió el tigre, moviendo su cola emocionado.
Así comenzó una nueva amistad. Los capibaras y el tigre jugaron juntos todos los días. Hacían carreras, se zambullían en el agua y exploraban el bosque. Con el tiempo, los capibaras descubrieron que el tigre era fuerte, rápido y muy divertido, pero también era gentil y cuidaba de ellos.
Sin embargo, no todo era perfecto. Un día, un grupo de animales del bosque vio a su nueva amiga, el tigre, jugando con los capibaras. Rápidamente comenzaron a murmurar.
"¡Atención, atención! ¡Ese tigre es peligroso! Los capibaras están en peligro!" - gritó una ardilla, alarmada.
"¡Sí! ¡Seguro que se los quiere comer!" - añadió un conejo con los ojos muy abiertos.
Los rumores se esparcieron como fuego en el bosque, y pronto todos los animales comenzaron a evitar a los capibaras por miedo al tigre.
"Ah, ¿qué vamos a hacer?" - se lamentó el capibara naranja. "Nadie nos quiere cerca, solo porque tenemos un amigo que se ve diferente."
"Pero nosotros conocemos la verdad. El tigre no nos haría daño. Debemos hablar con los demás animales" - dijo el capibara verde, decidido.
Entonces, los capibaras de colores organizaron una reunión y decidieron invitar a todos los animales del bosque. Con valentía, se presentaron al centro de un claro, donde varios animales comenzaron a reunirse.
"Queridos amigos" - comenzó el capibara azul "Queremos hablar sobre lo que están pensando. El tigre no es lo que creen. Es nuestro amigo y nunca nos haría daño."
Los murmullos comenzaron a surgir de entre la multitud.
"¿Cómo sabes que no nos atacará?" - preguntó un pájaro. "Es un tigre después de todo. No podemos confiarnos."
"Quizás deberíamos darle una oportunidad" - sugirió el capibara verde. "¿Qué tal si jugamos todos juntos? Así podrán ver que el tigre es un buen amigo."
A regañadientes, los animales acordaron intentarlo. Así fue como organizaron una gran fiesta en el bosque. Todos se reunieron y, aunque nerviosos, el tigre aparecía junto a sus amigos capibaras. Con cada juego, cada risa y cada momento compartido, los animales comenzaron a ver al tigre como realmente era.
"¡Miren cómo juega!" - aclamó la ardilla, sorprendida. "¡Nunca había visto a un tigre divertido!"
"Es amable con los capibaras, no como pensábamos." - dijo el conejo, sonriendo.
"Lo siento, tigre" - confesó la ardilla. "Asumí que eras peligroso, pero veo que somos bastante similares. ¡Me alegra conocerte!"
"Gracias por darme una oportunidad. Me gusta mucho jugar con todos ustedes," - dijo el tigre, también feliz.
Así, los rumores se disiparon y la amistad creció en el bosque. Los capibaras de colores y el tigre demostraron que, a pesar de las diferencias y los miedos, la amistad puede superar todas las barreras. Desde aquel día, los animales del bosque aprendieron a no juzgar a quienes son diferentes y a dar una oportunidad a la amistad.
Al final, el bosque se llenó de risas, juegos y colores, donde los capibaras y el tigre se convirtieron en el mejor ejemplo de tolerancia y amor.
FIN.