Los cerditos valientes
Érase una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, tres cerditos llamados Tito, Pepe y Coco. Vivían juntos en una hermosa casa hecha de paja, donde jugaban y se divertían todo el día.
Sin embargo, había un problema que los preocupaba: el lobo feroz. Un día soleado, mientras los cerditos disfrutaban del aire fresco y la hierba verde del campo, escucharon aullidos a lo lejos. Era el lobo acercándose.
Rápidamente, corrieron hacia su casa de paja y cerraron la puerta con llave. El lobo llegó poco después y comenzó a golpear la puerta con todas sus fuerzas. "¡Cerditos! ¡Ábranme la puerta o soplaré su casa!", gritó el lobo amenazante.
Tito, el cerdito más valiente de todos, respondió desde adentro: "No te tenemos miedo, lobo malvado. No nos abrirás". El lobo frustrado decidió entonces soplar con todas sus fuerzas para derribar la casa de paja. Pero para su sorpresa, no pudo hacerlo.
La estructura estaba bien construida. Los cerditos se miraron entre sí con alivio y decidieron celebrar su victoria con una gran fiesta esa noche en honor a su resistencia ante el temible lobo feroz.
Mientras tanto, el lobo no podía creer lo que acababa de pasar. Decidió no rendirse tan fácilmente e idear un nuevo plan para atrapar a los cerditos.
Al caer la noche y bajo un cielo estrellado, Tito fue al bosque a buscar leña para hacer una fogata. Mientras caminaba, se encontró con el lobo, quien intentaba construir una casa de madera. El lobo sonrió maliciosamente y dijo: "Hola Tito, ¿me ayudas a construir mi casa? Así podré estar más cerca de ti".
Tito, sin sospechar las intenciones del lobo, aceptó ayudarlo. Juntos recolectaron la madera necesaria y comenzaron a construir la nueva casa. Cuando terminaron, el lobo invitó a Tito a entrar para ver cómo había quedado.
Pero en ese momento, Tito recordó que sus hermanos estaban solos en su hogar de paja y decidió regresar rápidamente. Al llegar a su casa, encontró al lobo soplando con todas sus fuerzas para derribarla.
Rápidamente les gritó a Pepe y Coco que escaparan por detrás mientras él distraía al lobo. "Tito es un cerdito muy valiente", murmuró Pepe mientras corrían hacia la siguiente aventura. Los cerditos continuaron huyendo del lobo feroz durante varios días.
Aprendieron mucho sobre trabajo en equipo y resiliencia mientras buscaban un lugar seguro donde vivir. Finalmente, llegaron al pie de una montaña donde encontraron una cueva espaciosa y segura. Decidieron construir allí su nuevo hogar utilizando piedras fuertes y resistentes.
Con el tiempo, los cerditos se dieron cuenta de que no solo habían encontrado un lugar seguro para vivir sino también habían aprendido importantes lecciones sobre perseverancia y amistad verdadera.
Desde entonces, Tito, Pepe y Coco vivieron tranquilos en su nueva casa mientras el lobo feroz seguía merodeando sin poder alcanzarlos. Y así, los cerditos demostraron que no importa cuán grande sea el desafío, siempre se puede encontrar una solución si se trabaja en equipo y se mantiene la valentía en el corazón.
FIN.