Los colores de la diversidad



Había una vez en la Escuela Primaria "Arcoíris de Saberes", donde la maestra Cindy era conocida por ser muy creativa y cariñosa con sus alumnos. Un día, decidió enseñarles sobre un tema muy importante: la identidad.

La maestra Cindy reunió a todos los niños en el aula decorada con colores brillantes y comenzó su lección de una manera muy especial.

Sacó un espejo grande y les dijo: "-Hoy vamos a aprender sobre lo que nos hace únicos e irrepetibles, nuestra identidad". Los niños se miraban unos a otros con curiosidad, sin entender del todo qué significaba eso. La maestra continuó explicando: "-Cada uno de ustedes es como un rompecabezas único, con piezas que los hacen especiales.

Pueden tener distintos gustos, talentos o características físicas que los diferencian de los demás". Luego les propuso un juego emocionante para poner en práctica lo aprendido.

Les entregó papel y colores y les pidió que dibujaran aquello que más les gustaba hacer o algo que los representara. Los niños se pusieron manos a la obra, algunos dibujaron deportes, otros instrumentos musicales y algunos sus mascotas.

Mientras los niños dibujaban, la maestra Cindy observaba con orgullo la diversidad de expresiones artísticas frente a ella. Una vez terminados los dibujos, cada niño tuvo la oportunidad de presentar su trabajo al resto de la clase.

Fue entonces cuando Mateo mostró su dibujo inspirado en el fútbol, mientras que Sofía compartió su amor por bailar flamenco. Todos aplaudieron emocionados al descubrir las pasiones de sus compañeros. Sin embargo, justo cuando parecía que todo marchaba perfectamente, un giro inesperado ocurrió.

Martina no quería mostrar su dibujo ante la clase porque sentía vergüenza de sus habilidades artísticas. La maestra Cindy notó su incomodidad y se acercó a ella con dulzura. "-Martina, recuerda que tu identidad va más allá de tus capacidades artísticas.

Lo importante es expresarte tal como eres", le dijo con calidez en sus palabras. Martina asintió tímidamente y finalmente mostró su dibujo: un hermoso arcoíris lleno de colores vibrantes. Los demás niños quedaron maravillados por la belleza y originalidad del trabajo de Martina.

Al finalizar la actividad, todos comprendieron que cada uno era único e irrepetible, con cualidades especiales que los hacían brillar individualmente.

La maestra Cindy logró transmitirles una valiosa lección sobre la importancia de aceptarse a sí mismos y respetar las diferencias entre sus compañeros. Así terminó aquel día en la Escuela Primaria "Arcoíris de Saberes", donde los niños aprendieron no solo sobre identidad, sino también sobre amistad y autoaceptación gracias a su increíble maestra Cindy.

FIN.

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