Los Colores de la Emoción



En un pequeño y colorido mundo llamado Emotilandia, habitaban siete amigos con personalidades muy distintas: Ansiedad, Envidia, Aburrimiento, Creatividad, Tristeza, Furia y Temor. Cada uno tenía una forma especial de ver el mundo.

Un día, mientras jugaban en el Parque de las Emociones, Aburrimiento suspiró con desdén.

"¡Qué aburrido es todo! No hay nada divertido para hacer" dijo, tirándose de espaldas sobre el césped.

"¡Eso no es cierto!" exclamó Creatividad, iluminando la escena con su energía vibrante. "Podemos inventar un juego nuevo para divertirnos todos."

"Pero, ¿y si no sale bien?" preguntó Temor, con la mirada llena de dudas.

"No pasa nada, siempre podemos intentarlo de nuevo" dijo Ansiedad, tratando de calmar a Temor.

"A mí no me interesa eso. A veces siento que ustedes solo se preocupan por ser positivos" manifestó Envidia mientras miraba a Creatividad con ojos celosos.

"No se trata de eso. Cada uno de nosotros tiene su propio lugar en este mundo, incluso tú, Envidia," dijo Furia, cruzando los brazos. "Pero deberíamos enfocarnos en lo que podemos hacer juntos."

"Exacto"  continuó Creatividad, emocionada. "Vamos a usar nuestra imaginación. Cada uno de nosotros contribuirá con algo especial."

Decididos a jugar, los amigos formaron grupos. Ansiedad y Temor trabajaron juntos para diseñar un laberinto lleno de sorpresas. Tristeza aportó un rincón especial donde cada uno podía compartir un momento triste y transformarlo en algo bello.

"Si compartimos, nos sentiríamos más aliviados" dijo Tristeza con una voz suave.

Furia y Envidia se unieron para crear un desafío en el que cada uno debía ser el mejor en algo. Pero Furia, al tener un fuerte deseo de ganar, se dio cuenta de que su energía a veces lastimaba a los demás.

"¿Qué pasa si en vez de competir, colaboramos y ayudamos a cada uno a mejorar?" sugirió Furia, intentando suavizar su tono.

En el medio de todo el caos, Aburrimiento se sintió un poco menos aburrido y comenzó a reírse.

"Esto está empezando a ser divertido..." admitió, llevando una sonrisa en su rostro.

Cada uno trajo algo nuevo al juego. Tristeza creó un rincón donde todos podían hablar de sus sentimientos, y Ansiedad encontró una forma de canalizar su energía para que el juego fuese más emocionante. Mientras tanto, Creatividad usó su imaginación para hacer que el laberinto fuera inesperadamente mágico.

Cuando el proyecto estuvo terminado, todos se sintieron orgullosos de lo que habían logrado juntos. Aburrimiento miró a su alrededor y se dio cuenta de que todo lo que habían creado era realmente asombroso.

"¿Ven? No hay que tener miedo de experimentar. El aburrimiento se puede convertir en diversión si lo intentamos juntos" sonrió Aburrimiento.

"Sí, y podemos ser un equipo, respetando cada emoción que tenemos, así el juego es mucho más interesante" afirmó Ansiedad.

"¡Demos un aplauso a la amistad!" dijo Creatividad, palmoteando.

Y así, los amigos comprendieron que cada emoción, incluso las más desafiantes, tiene su lugar y puede contribuir a algo hermoso cuando se unen. Desde ese día, jugaron juntos, sintiendo el poder de cada emoción, aprendiendo a aceptarse y a fortalecer su amistad a través del respeto y la colaboración.

Fin.

FIN.

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