Los colores de la esperanza
Martín era un chico de 15 años que vivía en un mundo donde los colores de los frutos de la tierra alimentaban la vida y la esperanza.
Cada día, se levantaba temprano para ayudar a sus padres en la granja familiar, donde cultivaban frutas y verduras de todos los colores del arcoíris.
El rojo intenso de las manzanas, el amarillo brillante de las peras, el naranja vibrante de las zanahorias y el verde esmeralda de los pepinos llenaban su mundo de vitalidad y alegría. Martín apreciaba la belleza y la importancia de cada color, y se sentía agradecido por la abundancia que la tierra les brindaba.
Pero un día, una extraña sombra comenzó a extenderse sobre el campo, amenazando con arruinar los cultivos y sumir a todos en la desesperación.
FIN.